Londres, 22 de febrero de 2018. Estimado Navarro, hay un refrán que advierte sobre los excesos y el abuso en el que suele caer aquel que pide demasiado a los demás. Si es una costumbre demasiado común, se convierte en vicio. "Contra el vicio de pedir, la virtud de no dar". El Almería tiene muchos vicios, como el de pedir a la afición que llene el Mediterráneo para la final ante la Cultural, ofreciendo descuentos en entradas para abonados. Y nos lo venden como otro éxito social. Pero dar, da poco. La realidad es que, como cada año, el abonado es vejado por la entidad, que no duda en rebajar precios y regalar entradas como la temporada pasada, devaluando y menospreciando el esfuerzo de los abonados. ¿Qué ganan ellos con esta medida? ¿Cómo podemos exigir a la afición que se abone con estas medidas? Unos abonados a los que este año, recuerda, se les penaliza si no asisten a un número determinado de partidos. Lo de este club es el colmo y su política social bochornosa. PD: Hay que ganar como sea.

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