Aunque se han escrito muchas prosas y poemas por tu despedida, yo quiero contribuir hacer un pequeño homenaje y recuerdo con este escrito a tu memoria. En estos momentos me viene a la memoria el recuerdo de una entrañable película de los años cuarenta, que se titulaba "Capitanes Intrépidos". Interpretada en su papel protagonista por Spencer Tracy, que es un pescador que navega con su goleta de pesca, cuando se cruza en su camino un barco de pasajeros, que pasa muy cerca de él, y del cual se precipita y cae al mar accidentalmente un niño de diez años, "Freddie Bartholomew". El pescador lo ve, y logra salvarlo izándolo a bordo de su pesquero.

Llevaba este pescador un instrumento musical, una especie de organillo, llamado "zamfoña". En un momento dado lo coge y a la vez le canta al niño:

"Ay! mi pescadito deja de llorar

Ay! mi pescadito no llores ya más…

Hizo bizcochos y al mar los tiró

ya junto al barco ni un pez se acercó.

Ay! mi pescadito deja de llorar

Ay! mi pescadito no llores ya más…

Le dijo al Bonito con tino y ardor

"si tu eres bonito yo soy una flor"

Ay! mi pescadito deja de llorar

Ay! mi pescadito no llores ya más…

Aunque jamás tenga dinero

me siento feliz y muy contento".

En el caso de Gabriel el "pescaíto", ha subido al cielo, a la presencia de Dios Nuestro Señor, que le cantará: Ven a mí querido "pescaíto" y juntos entonarán canciones de flores y girasoles.

"Que el Ángel de los marineros vele por ti querido Gabriel".

Para terminar, quiero manifestar, enviando mi más sentido pésame de condolencia a sus padres y demás familia, uniéndome a su dolor como todas las buenas personas que han sentido como suya esta tragedia, y animarles para se recuperen de estos tristes y penosos momentos que están pasando, pues ya Gabriel descansa en la Paz y Gloria Celestial por toda la Eternidad. Así sea.