Torre de los espejos

Juan José Ceba

Amanecer en la Alcazaba

QUITARLE tiempo al sueño, para entregárselo a la poesía viva, que va configurándose con el nacimiento de la luz y el paso de seres desvelados por la hermosura, es un ofrecimiento de armonía y convivencia, tan esencial y limpio, que estremece.

Será a las siete en punto de la mañana del domingo 13 de abril. En la misma puerta de la Alcazaba, grupos humanos tocados de la libertad del verso y la palabra en vuelo, irán creando el lento y prodigioso poema del amanecer, desde la luz más tenue al apogeo de un fulgor, gozado y gustado, desde sus almenas.

Cuanto ocurra, a partir de esa hora, junto a las murallas, vendrá desde la fuente del misterio poético, aliado con la música, el silencio, la danza, las imágenes de una ciudad deliciosa (desde la resistencia), los dominios de un mar ungido con sus sedas, el fuerte mestizaje de la percusión y una gloriosa exaltación de los sentidos.

Todo ello, para quienes acudan, entregados sin reservas al asombro, en el "Amanecer en la Alcazaba", que abre su luz con la exigida claridad de los derechos plenos para los inmigrantes, como alba o inicio de las Jornadas por la Integración, convocadas por el Foro Social de Almería y La Traíña.

Es éste el tercer "Amanecer en la Alcazaba" que se organiza. En el primero, celebrado en 1988, se presentó una publicación sobre Al-Mu´tasim y su corte de poetas en el siglo XI. Cientos de almerienses aguardaban mucho antes de la hora prevista.

El gran José María Artero, muy impresionado, escribió una crónica, calificando la mañana insólita, como "acto cultural del siglo".

El segundo, que tuvo una cuidada y exquisita puesta en escena, fue con motivo del 900 aniversario de la muerte del citado poeta y rey de Almería, en 1991. Quienes vivieron aquellos deliciosos actos tienen grata memoria de su luz compartida.

El Amanecer de mañana, sin perder un ápice de belleza, gracia e intensidad creativa, busca un mayor conocimiento, comprensión, valoración, respeto y mejora de la vida de las personas inmigrantes.

Juntarse en la Alcazaba, para crear el gran poema de la claridad nueva, hacerlo con canciones que atraviesan todos los tiempos y funden las conciencias desveladas; moldear una diafanidad universal entre las criaturas ya despiertas, avanzar desde lo hondo de la noche a los fuegos del sol, donde ya nadie sufra explotación o desprecio, es el deseo con que los participantes van a moldear las aves de una luz más humana. Tras el prodigio del día, el poema y el canto, vendrán otras jornadas de conferencias y debates.

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