Buenas noticias en el empleo

Las crisis se pueden comparar con una pelota que cae al suelo. Cuanto más fuerte da mayor es el rebote

Estos días, la palabra Cataluña abarca todo. Estoy viajando más. Desde el metro al taxi, de la cafetería a las reuniones de trabajo, te llegan ráfagas de conversación y esa frase como antigua que también describe el estoicismo español "como está la cosa como está". Normal, por tanto, que los datos del paro de septiembre hayan pasado desapercibidos. Sin embargo, para los almerienses suponen que comienza la mejor época del año para el empleo. El paro, que subió 5.500 personas durante el verano, baja ya en septiembre en 755 personas, y pueden ser otros 5.000 hasta fin de año. Siendo gráficos, se han cruzado en la puerta del paro los que entran, los últimos en dejar sus trabajos en hostelería, y los que salen. Estos son los que inician la campaña agrícola. De ahí que los afiliados al sistema agrario de la Seguridad Social aumenten 3.500 en este mes. Al final el dato global de afiliación a la Seguridad Social sube en 1.500, porque hostelería sigue acomodándose al otoño. Como los sectores que mayor número de trabajadores emplean son agricultura, los almacenes relacionados con ella y hostelería, todos cíclicos, los datos de empleo se mueven al ritmo de las estaciones. Sería hasta poético, sino fuera porque no hablamos de tornillos sino de personas y sus proyectos de vida.

Vemos, también, lo que ya se viene diciendo desde hace tiempo. El ritmo de creación de empleo se estabiliza. No podría ser de otra manera. Tras la crisis se produce un efecto rebote rápido. Alguna vez se ha dicho aquí. Las crisis se pueden comparar con una pelota que cae al suelo. Cuanto más fuerte da mayor es el rebote. Ahora el empleo crece, cierto, pero a un menor ritmo. Lo demuestra un dato: la variación interanual del paro recoge un descenso del 5% en el número de parados. En los doce meses anteriores, esa reducción fue del 13%. Si vamos a valores absolutos, más entendibles, aún está más claro. Entre septiembre de 2015 y el mismo mes de 2016 el paro bajó en Almería en 10.500 personas. Desde ese mes hasta ahora lo hace en 3.600.

Como ese descenso del paro se nota menos en los grupos que llevan mayor tiempo sin trabajar se comprende la urgencia y la oportunidad de reformar el sistema de protección para los parados de larga duración que se negocia estos días. Ya no sirve decir que no hay dinero. La factura del desempleo se ha reducido a la mitad respecto a 2010.

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