Chacón y la resiliencia

Echaremos de menos a Chacón, por muchas razones. No solo el socialismo, sino el mundo, que necesita a muchas mujeres así

Aarónantonovsky estudió a mujeres nacidas en Europa central entre 1914 y 1923, algunas de las cuales habían estado internadas en campos de concentración. Las supervivientes de los campos de concentración tenían más signos de enfermedad, en comparación con las mujeres de un grupo control. Sin embargo, hasta el 29% de las antiguas prisioneras alegaron tener una relativamente buena salud mental, a pesar de sus terribles experiencias traumáticas. Antonovsky se preguntó cómo estas mujeres lograron mantenerse saludables a pesar de la extrema presión que, en estos campos de concentración, se ejerció sobre ellas. ¿Qué tenían de especial? El principio básico de la existencia humana no es el equilibrio y la salud, sino el desequilibrio, la enfermedad y el sufrimiento. Es decir, la desorganización y la tendencia hacia la entropía, está omnipresente en el organismo humano, como en cualquier otro sistema. Y aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanas y con éxito, son las que tienen una alta capacidad resiliencia. Son las personas que enfrentan bien la entropía. La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las enfermedades, las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo, para seguir proyectando su futuro. Carme Chacón ha sido una de esas personas. Carme fue de ese tipo de personas que deberían vivir hasta haber dado de sí, todo lo que un ser humano puede dar. Pero Carme llevaba una bomba de relojería en su interior, y ella lo sabía. Bomba que no impidió que viviera su corta vida a tope, luchando por sus ideales, rompiendo tabúes, siendo un ejemplo para otras mujeres, y a pesar de todas las amenazas y advertencias viviendo la maternidad. Es decir, navegó por el río de la vida, sin dejarse ahogar por los miedos, y el razonable tormento de llevar un corazón muy deteriorado. Ese corazón estaba reforzado por ese otro gran corazón que tuvo esta magnífica mujer. Hubiera sido, si la ambición de otros y el aparato no se lo hubieran impedido, una gran líder de los socialistas. Ahora no estaríamos en lo que estamos, aunque ella nos hubiera dejado. Una persona con esa enorme resiliencia, hubiera transmitido a su partido esa capacidad, que ahora tanto necesita. Porque el corazón socialista también está debilitado. Echaremos de menos a Carme Chacón, por muchas razones. No solamente el socialismo, sino el mundo, porque necesita a muchas mujeres como ella.

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