Hoja de ruta

Ignacio Martínez

Ciudadanos escaneados

JEAN-MARC Bosman, un futbolista del Lieja belga, se hizo mundialmente famoso al demandar a ese club, por impedir su traspaso en 1990 al Dunkerque francés. El Tribunal de Justicia de la UE le dio la razón a Bosman en 1995 y acabó con la práctica de considerar extranjero a un jugador europeo en otro país comunitario. Ahora un tenista aficionado austriaco, Gottfried Heinrich, acaba de entrar en la galaxia Bosman. Gracias a una demanda suya, el Tribunal de Luxemburgo le puede dar una satisfacción a los sufridos usuarios de los aviones: las listas de productos prohibidos a bordo son consideradas ilegales por una abogada general de la Corte de Justicia.

El amor de los andaluces de Córdoba, Sevilla y Málaga por el ferrocarril de alta velocidad está reforzado por el rechazo a montarse en unos cacharros enormes, que pesan más de 200 toneladas y levantan el vuelo contra toda lógica. Y a las leyes de la gravedad se suma la moderna legislación sobre productos prohibidos en el equipaje de mano. Los molestos controles a los pasajeros son cada vez más estrictos, tanto que han permitido al hijo de Julio Iglesias hacer un anuncio en el que va quitándose toda la ropa, menos su reloj. Una broma sobre los escáner o detectores de metales utilizados para que no entren en los aviones terroristas con armamento convencional o químico.

Para regular estas medidas de seguridad, en 2003 entró en vigor una nueva lista de productos prohibidos, que fue endurecida en 2006. Listas conocidas sólo en parte. Patés, cremas, espuma de afeitar o ensaimadas simples botellas de agua han sido confiscados sin piedad a atónitos pasajeros en estos controles. Hasta que tropezaron con Gottfried Heinrich, en el aeropuerto de Viena en 2005. Los guardias detectaron las raquetas de tenis; un objeto prohibido, aunque no consta en la lista de 2003, implantada a raíz de los atentados del 11-S. Heinrich embarcó con su equipaje de mano íntegro. Y ya dentro del avión, el personal de seguridad le obligó a abandonar la aeronave. Denunció los hechos ante la justicia austriaca, que consultó al Tribunal de la UE si los reglamentos de seguridad tienen vigencia sin haber aparecido en el diario oficial.

Para la abogada general del Tribunal de Justicia de la UE la decisión de no publicar la lista de artículos prohibidos "no puede ser tolerada". Este secretismo pretende evitar atentados, pero perjudica a los ciudadanos. La letrada considera que esta irregularidad supone la invalidez del reglamento y recomienda al Tribunal que, en su veredicto final, "lo declare inexistente". La opinión de la ponente no es vinculante pero en la mayoría de los casos los jueces siguen sus indicaciones. Estas situaciones han convertido a los aeropuertos en auténticos estados de excepción, como ha denunciado algún eurodiputado. Pero, que se sepa, no han ayudado a capturar a ningún terrorista.

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