Conquistando derechos

Andalucía, socialismo e igualdad han sido los ejes sobre los que se ha sustentado nuestro desarrollo

Recordamos ayer que, un 28 de febrero de hace 38 años, los andaluces nos pronunciamos en referéndum a favor del máximo nivel de autogobierno para nuestra comunidad y a favor de la igualdad de todos los territorios. Ahora, como entonces, lo tenemos claro: no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos.

Andalucía, socialismo e igualdad han sido los ejes sobre los que se ha sustentado el desarrollo de nuestra tierra en este tiempo. Podemos sentirnos orgullosos de haber levantado el gran patrimonio de la comunidad, que es nuestro Estado del Bienestar. Y podemos sentirnos orgullosos también, en la actualidad, de estar reforzándolo con la incorporación de nuevos derechos y con la recuperación de aquellos perdidos durante la crisis como consecuencia de las políticas del PP en el país.

Este 28F se convierte así en el de las conquistas sociales. Desde el apoyo a quienes más lo necesitan y desde el avance en aquellos servicios esenciales que nos igualan, los socialistas nos congratulamos de haber alcanzado hitos recientes como la Ley de Atención a las Personas con Discapacidad, la Ley de Servicios Sociales, la Renta Mínima de Inserción Social o la Ley para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI.

La especial importancia dedicada al apartado social en la hoja de ruta del Gobierno andaluz se da al tiempo que, dentro de sus competencias, iguala la comunidad a otras en materia de infraestructuras, impulsa medidas para la generación de empleo y de un modelo económico sostenible y protege el medioambiente. Pero, lamentablemente, en esta tarea por avanzar en la igualdad de Andalucía con el resto de territorios del país, no encontramos un aliado en el actual Gobierno de España.

Los hechos lo demuestran. Un AVE paralizado en Almería por Rajoy; una financiación injusta que lastra nuestro crecimiento y que supone una agresión a la educación, la sanidad y los servicios sociales; la falta de respuesta a los problemas hídricos de nuestra provincia o la negativa a dotarla de una línea eléctrica fundamental para su desarrollo, son ejemplos que lo dicen todo. Pero lejos de aceptar esa triste realidad, lo que nos toca es combatir ese desprecio al par que damos ejemplo. Porque si algo nos enseñó el 28F es que, unidos y con la fortaleza que concede tener un objetivo justo como referente, podemos conseguir lo que nos propongamos.

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