EN RoJIBLANCO

Juan Antonio / Manzano

Crecimiento

HE sido, soy y seré, el primero en defender y apoyar el traspaso de Felipe Melo a la Fiorentina. En esa misma situación tendremos, al acabar la liga, a otros jugadores, y será comprensible. Pero reflexionando esta semana sobre la idea de crecimiento que tiene el presidente y, por supuesto, todos los aficionados, la política del Almería en un futuro debe ser distinta.

Alguien puede pensar que es una locura este planteamiento en un equipo recién llegado a Primera, y tendrán toda la razón. La mirada está puesta más allá. En un momento en el que el Almería esté consolidado, y donde el club pueda plantearse otras metas deportivas. Esas que ahora nos ruborizamos al pensar. ¿Por qué no?. Llegará el día en que el Almería sea poderoso, dentro de unos límites, y no se sienta orgulloso solo porque sus jugadores son pasto del mercadeo futbolístico.

Un crecimiento que también está llegando en la masa social. Esa a la que, en ocasiones, hemos criticado por no ir al Estadio y que se ha incrementado de manera, casi geométrica, a pesar de los esfuerzos económicos que han tenido que realizar. 14.500 abonados, con los precios más caros de Primera, merece la pena ser destacado y que permite una segunda lectura, la de un sentimiento que ha calado en toda la ciudad, y también en la provincia. La permanencia está asegurada, y esta semana podemos luchar por seguir jugando a los dados con Europa. Pero ese premio no hay prisa por lograrlo. El objetivo más importante que tenemos que conseguir es el aumentar la masa social. Para ello hace falta la implicación del público y, sobre todo, la colaboración del Consejo de Administración en su política de precios.

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