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La prisión permanente revisable… Me mojo. Estoy de acuerdo con ella. Quizá modificando algo su regulación

Detrás de las ventanas el viento sacude la tarde de una manera que parece que no vaya a haber mañana. Y no me vale que digas que en Almería siempre hace viento, porque la verdad es que esa muletilla, además de falsa, no consuela. Ni si quiera un poco. Me has preguntado por cómo veo el país. Así, a bocajarro. Como si mi opinión acaso te importara algo. Sabes que hoy es mi Santo, pero desde que dejó de ser feriado, el día de San José ya no es lo mismo. Por eso, si te parece, voy a brindar dentro de un rato. Un par de veces como poco. No creas que eludo la respuesta, porque enseguida voy a ello. Es solo un buche de buen vino. Solo uno y me pongo. A ver, todas las peticiones que se realizan, individualmente consideradas, son, además de legítimas, absolutamente entendibles. Cómo le vamos a decir que no a esos millones de pensionistas, ellos que han levantado este país para dejarlo donde ahora lo conocemos, una generación que ha sobrevivido para regalarnos tanto bueno, y lo mas inaudito, prácticamente sin rechistar. Y qué decir de la igualdad de retribuciones por la que han clamado Guardia Civiles y Policías Nacionales. Siempre en primera línea, exponiendo su nuca para nuestra tranquilidad, alguno perdido, Dios sabe dónde, quizá confundido entre los juncos de las correntías turbias de cualquier vaguada sevillana. De la misma forma se lo merecen los funcionarios de los Juzgados gallegos, y qué decir de los maestros y profesores... Luego los parados, los de corta y los de larga duración. Los mayores de cuarenta y cinco y los menores de treinta… Ni hablar de los recursos que se necesitan para la igualdad de la mujer -ni un céntimo para quemar libros de nadie, claro, eso no-. Pero nuestra forma de vida requiere cierto equilibrio y, digo yo, que la historia demuestra que se puede llegar a morir de éxito. Y que el estado de bienestar debe de protegerse también de falsos espejismos, ¿no crees? Ya, no olvido. La prisión permanente revisable… Me mojo. Estoy de acuerdo con ella. Quizá modificando algo su regulación, pero que digo yo que para las excepciones necesitamos dotarnos de reglas que se aparten de la general. Porque sino qué. O al menos eso creo ahora.

Bueno, voy acabando. Los derechos, además de exigirlos, hay que financiarlos, y no es fácil que podamos pedir un esfuerzo mayor a los contribuyentes de este país. No, no es bueno disparar con pólvora del Rey.

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