El muro de la rambla

Pedro Asensio

Economistas y pitonisos

UNA crisis económica se manifiesta por medio de las inapelables cifras que arrojan las estadísticas. En este asunto no parece haber discrepancia. El debate bien podría dirigirse hacia la legitimidad de las fuentes o la validez de los sistemas de información, pero no es ese el problema de fondo, quizá una mera cuestión terminológica: que si recesión, que si desaceleración, que si crecemos más que la media, que si producimos menos que la media. Pero crisis, lo que se dice crisis, existe.

Los gráficos son una herramienta indispensable para interpretar la realidad y el futuro más inmediato. A los analistas financieros les gusta trazar líneas tangenciales sobre los picos de las cotizaciones, adivinar tendencias, imaginar figuras de cabezas y hombros, determinar soportes, resistencias, suelos y sobresuelos, en ese desesperado intento por augurar lo que va a pasar con el IBEX, el Dow Jones o el euro-dólar.

Para diagnosticar la situación del mercado inmobiliario, sugiero que comprueben el paisaje que nos ofrecen tantos y tantos balcones y ventanas, con sus carteles de venta de pisos, con grandes números de teléfono, como si la probabilidad de demanda fuera proporcional al tamaño tipográfico. Algún que otro local comercial, antaño agencia inmobiliaria, desangelado, con papeles esparcidos por el suelo y alguna triste mesa de despacho, corroboran la gravedad del problema.

En cuanto al mercado de trabajo, las farolas también presentan su inequívoca "prueba del algodón". Los anuncios de clases particulares y oficios varios disputan el reducido espacio con serios reclamos de gente que se ofrece a limpiar casas o a cuidar niños y ancianos.

Sin embargo, entre todos estos síntomas, hay uno que llama particularmente la atención: la amplia oferta de adivinos y pitonisos que pregonan sus servicios a los cuatro vientos.

No hay problemas sin solución, afirman con descaro, en un arrebato de optimismo que parece extraído de un libro de autoayuda.

Crear amor donde no existe, curar el mal de ojo, resolver problemas judiciales, atraer a la persona amada. Ofrecen seriedad (100% garantizado), rapidez (resultados en tres días) y facilidades de pago (aunque sin especificar TAE).

Entre los clásicos aforismos de economistas, recuerdo el que define nuestra profesión como la de aquellos que siempre andan justificando por qué se equivocan en sus predicciones. Creo tener la solución.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios