Encuentros empresariales

Y si ya sorprendió la capacidad de convocatoria, resultó que lo admirable fue el ritmo que marcaron las dos ponencias

Hace unos días se celebró en el Palacio de Congresos de Aguadulce, el III Encuentro Empresarial organizado por la Asesoría Antonio Pérez, con asistencia de casi doscientos profesionales de todos los sectores económicos almerienses. Intervinieron como ponentes, la empresaria Margarita Cobos, de Ecoeq Energética y el asesor fiscal Antonio Pérez, fundador de la organizadora del evento. Y si ya sorprendió, de inicio, la capacidad de convocatoria, luego resultó que lo admirable fue el ritmo que marcaron las dos ponencias programadas, amenas y muy ilustrativas, y los coloquios finales que reflejaron el interés y la implicación de los empresarios, cuando se les ofrece la oportunidad de tratar temáticas útiles. Y pocas hay que lo sean tanto actualmente como el mercado de la energía o la evolución de la presión fiscal en una sociedad cada día más intervenida. Así que los asistentes nos divertimos. La primera ponente, Margarita Cobos, atrapó al auditorio recorriendo, con su cimbreo expresivo, desde sus comienzos en el sector energético hasta los desafíos que superó para fundar su empresa Ecoeq Energética, pionera almeriense en la comercialización de electricidad, un sector básico pero avasallado por gigantes. Se desahogó rememorando las claves emotivas, y muy atrevidas, que la impulsaron a desafiar un mercado técnicamente tan complejo y económicamente tan inaccesible, superado al cabo a base de trabajo e imaginación, y buen aliño de valores imbatibles, como el rigor y la cercanía a sus clientes. ¿Quién no lo comprende?

La segunda ponencia la desgranó Antonio Perez, fundador de la Asesoría organizadora del Encuentro quien hizo un resumen curricular, discreto para los que sabemos de su enorme trayectoria profesional, trufado con anécdotas sobre la evolución de la inspección fiscal en las últimas décadas. Y hasta salió airoso de explicar esa rareza genética que le llevó, en los ochenta, a saltar desde su prestigiosa plaza de funcionario a la incertidumbre de crear una asesoría privada, que le obligaba cada día, con ganas o sin ellas, a trabajar, a jugársela, y a seguir trabajando. Porque solo así, se crea una asesoría que hoy cuenta con 25 puestos de trabajo. Entre los aplausos finales recordé que la Facultad de Ciencias Empresariales de la UAL, celebra foros similares. Acaso no le vendría mal contar con ponencias de este nivel, para mostrarle los peajes de ciertas metas a su alumnado.

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