España está enferma

Salvar a España de esta crisis física, psíquica o sensorial no es nada fácil debido a la asimetría territorial y soberbia política

Sespaña está enferma, camino de un síncope multiorgánico ante la gran crisis de identidad moral e histórica, la cual está dando lugar a una mayor inestabilidad política, que dificulta la gestión pública y buena gobernanza con sensatez y ponderación para todos los ciudadanos, lo que produce que la sociedad a pie de calle se encuentre escéptica, enrarecida e irascible.

Salvar a España de esta crisis física, psíquica o sensorial no es nada fácil debido a la asimetría territorial y a la elevada y mediocre soberbia parlamentaria de la clase política, que debido a la obediencia debida a los intereses de los dirigentes de los partidos políticos que son ininteligibles, dando pavor a cualquier alternativa ante los opacos y postulados que exponen en medios de comunicación y redes sociales con un marcado sesgo a la pluralidad, no siendo nada clarificadores en relación con las cuestiones que más nos interesa a la ciudadanía como la economía, la justicia, la corrupción, el paro o las pensiones, el trabajo, las empresas, la juventud o la vejez, los salarios, Europa, etcétera. Su único objetivo, tras la palabrería electoral, es asegurarse la perpetuación en el poder y estar codiciosamente y aforadamente por encima del bien y del mal.

Alguien tendría que hacer en España lo mismo que hizo el filósofo Fichte en 1808, cuando Berlín estaba ocupado por tropas francesas. Fichte se dirigió a sus conciudadanos con sus"Discursos a la Nación alemana", con los que estimuló el sentimiento nacional. Fichte dedicó esta obra literaria a los españoles por su buen ejemplo de Estado nación con el levantamiento popular del 2 de mayo, ya que salvar a la Nación española, es salvar al pueblo en la democracia y la libertad. Y que no vuelva a suceder como en el unamuniano 1898, que los políticos culpabilizaron al pueblo de la crisis institucional.

Para superar la situación actual como última medida de carácter urgente es que alguien nos debe de hablar claro, qué supondría el desmembramiento de la Nación española, lo que conllevaría su posible e inminente desaparición ante el peligro inminente de fractura nacional, y debido a la inacción de los partidos políticos, solo la Jefatura del Estado, que tiene el poder de moderar el regular funcionamiento de nuestras Instituciones, sería el mejor interlocutor. En fin, "Oigo, Patria, tu aflicción, y no entiendo por qué callas".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios