Freno y marcha atrás

Ni en mecánica ni en política son las carreteras una simple recta sin fin en las que basta con pisar el acelerador

E RA una especie de chascarrillo o "gracieta" cuando alguien compraba un coche nuevo. Al preguntarle alguien por sus prestaciones, decía el comprador que el coche tenía "hasta freno y marcha atrás". Y ahí quedaba el asunto, satisfecho el uno por el coche recién comprado y satisfecho el interlocutor con la información recibida. En todo caso, quedaba bien la cosa, porque, ¿qué pasaría con un coche sin marcha atrás y,sobre todo, sin freno? Con todo eso, lo más importante era saber usar el freno, parar a tiempo, y maniobrar sabiamente con la marcha atrás. Cuestiones de mecánica; de mecánica automovilística y, supongo, de mecánica política. En ambos casos es importante poder y saber llevar una buena velocidad de crucero, pero ni en mecánica ni en política son las carreteras una simple recta sin fin en las que basta con pisar el acelerador. Hay curvas y hay obstáculos que impulsan a pisar el freno y exigen realizar maniobras adelante y atrás. Pero parece que muchos de nuestros políticos desconocen o no quieren ver que en sus caminos no hay solo muros, sino también hay ramas y piedras. Todos estos obstáculos exigen habilidad y muchas veces y, sobre todo, valentía: no se es mejor por no ir hacia atrás cuando las circunstancias lo exijan, o no ser capaz de frenar y buscar un nuevo camino si se ha escogido una mala dirección. Pero, primero, se para. Luego, se coge el nuevo camino. Es así. Puede que no esté claro quién es el responsable de coger el camino equivocado. Puede serlo el Google maps o el conductor que no vio o no hizo caso de las indicaciones. Pero es un error seguir marchando por el camino erróneo mientras se dilucida quién es el culpable: hay que parar. Lo contrario lleva directamente al abismo. La decisión correcta consiste en que hay que saber frenar. Hay que atreverse a frenar. Y por supuesto, hay que maniobrar hacia atrás con prudencia y habilidad. Pero si han sido incapaces de frenar, ¿podrían ser capaces de volver a un nuevo punto de partida? Tenemos un vehículo que nos lleva a todos que es defectuoso. Nos lo hemos proporcionado (somos responsables) sin freno y sin marcha atrás. Y así es imposible poder llegar a buen puerto. Y ya estamos viendo dónde estamos. Es imposible acercarse a los medios audiovisuales de comunicación sin ver, sin oír, auténticas barbaridades de hechos y, lo que es peor, de mentiras. Por no dar marcha atrás a tiempo. Por no saber frenar.

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