Gente guapa, gente fea

Algunos estudios parecen apuntar a un determinismo sociobiológico que influye en la elección de la pareja

Un grupo de investigadores de la Universidad de California publicó hace años un estudio en la Journal of Economic Psychology que concluye que los guapos ganan un 12% más de dinero de media, que los feos. Además, parece que encima tienen más cualidades, entre ellas, que son menos egoístas. La especialista en recursos humanos, Catherine Kaputa se muestra crítica con el hecho. Yo sería crítico con la propia investigación. ¿De verdad, hay una forma científica de catalogar las personas en atractivas y no atractivas? ¿Por el aspecto físico? Suele ser lo más normal. Pero, aparte de las diferencias de los gustos individuales, que ya comentaba la pasada semana, ¿dónde quedan, por ejemplo, las feromonas, que tanta importancia le están dando algunos investigadores? ¡Y otras muchas cuestiones, algunas, mucho más profundas! "En gustos no hay nada escrito". Siempre hemos repetido esta frase, que la imposición cultural de modelos estéticos, cada vez más estricta, la deja sin sentido. Y ahora algunos estudios parecen apuntar a un determinismo sociobiológico de nuestros gustos que, además, pueden a su vez influir en decisiones tan importantes como la elección de la pareja, para compartir la vida. Por ejemplo, un estudio realizado en la Universidad de Durham y St. Andrews en el Reino Unido, dirigido por David Perrett, y publicado por la revista Personality and Individual Difference , los hombres con rasgos masculinos, ya no están entre las preferencias de las mujeres. Parece que lo del "pelo en pecho" ya no es atractivo. Pero realmente, y a pesar de las imposiciones culturales sigo creyendo que en la variedad está el gusto, y que los gustos siguen siendo muy variados. Y que la atracción sexual obedece, a patrones culturales, a herencias evolutivas y a las diferentes personalidades psicológicas y bioquímicas de cada mujer. Y también de cada hombre. Y también a cada circunstancia vital. Y eso pulveriza cualquier tipo de generalización por muy científica que se quiera "vestir". ¿Cómo encajar todo eso, para que un estudio como el de la Universidad de California, salga medianamente serio? Sea como sea, rebelémonos contra un modelo estético dominante, marginador y reduccionista que nos martiriza. Por un lado, ampliando nuestros gustos, mirando a las personas más allá de su aspecto físico. Y por otro, "cuando al levantarnos nos miremos al espejo, decirnos convencidos; ¡olé! Lo que esta mañana va a salir a la calle".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios