MASCARÓN DE PROA

Eduardo G. Zárate

Gentuza

ME cuesta trabajo ser prudente a la hora de definir al personaje, conocido como Gerardo Diaz Ferrán, nada mas y nada menos que Presidente de la CEOE, y que en la mas baja e inhumana operación financiera, por llamarle de alguna manera, ha dado el cerrojazo a la empresa Comet, de la que también era Presidente.

Pese a que en mi anterior articulo titulaba a la Navidad como un cuento y lo argumentaba, soy consciente de lo que estas fechas representa para millones de personas y respeto sus sentimientos, sobre todo los de carácter familiar y sobre todo los que por obligadas circunstancias esta fuera de sus hogares.Mi pregunta es: ¿No podría este repugnante personaje haber retrasado en 15 días la decisión de cierre de Comet? ¡Joder que es Navidad!

Este experto en concertaciones, que miraba desde arriba a los trabajadores en las reuniones de la Patronal y los Sindicatos, lo debía hacer porque sus aviones aún volaban y le parecían los hombres muy pequeños desde a altura.Ahora, es de desear que se mantenga en la pestilente cloaca en la que le corresponde estar, aunque mucho me temo que, como tantos otros, reaparecerá en el ambiente de derechas que le ampara.¿Qué van a decir ahora la "Top Model Cospedal" y su compañera Soraya?Deben estar elucubrando la forma de cargarle el mochuelo a Zapatero. De momento somos los españoles los que tendremos que correr con los gastos que esta situación genere, y que de alguna manera habrá que obligar a Don Gerardo a que restituya.

Difícil lo veo por la experiencia habida en sacos similares.Junto con Rouco Varela las mencionadas "voceras" deberían desplazarse a Barajas para consolar a los peruanos y otros sudamericanos, que sin medios y esperanza, van a celebrar su Nochebuena brindando con el agua de los lavabos del aeropuerto, mientras que seguro estoy, en la mansión del mencionado repugnante personaje, insisto, Don Gerardo Díaz Ferran, no faltará de nada y si tiene familia ausente le habrá caído del cielo en avión privado.Estas estrategias de ingeniería financiera, permiten la delincuencia, presunta por supuesto, de personajes con "pico de oro" pero absolutamente faltos de sentimientos, conciencia o corazón. Y estoy último nada de presunta aseveración, sino con todo el merecimiento que sus actos les acreditan. Me ratifico en mi opinión sobre tan "señaladas fiestas", pero mis sentimientos, mi conciencia y mi corazón, están con los ciudadanos al que un repugnante pseudo financiero, ha privado del calor y la compañía de sus familias. Por cierto, Don Gerardo, ¿Irá usted a la Misa del Gallo?

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