Graderío

Ramón Gómez Vivancos-García

Hoy por ti, mañana por mí

QUÉ lejos quedan aquellos encuentros a cara de perro en los años ochenta y principios de los noventa, donde no siempre ganaba el conjunto que lo necesitaba.

Se estilaban las primas por ganar, a pesar de que siempre han estado prohibidas. Gracias a ello, se pudo disfrutar de espectáculos soberbios como la pérdida por parte del Real Madrid de dos ligas en Tenerife, o el empate del Valencia en Riazor que privó del título a los gallegos. Sin embargo ahora se buscan amigos, por si en el futuro hicieran falta.

Hoy por ti, mañana por mí, con la honrosa excepción del empate anoche en Zaragoza. El Almería ha realizado una temporada memorable, pero ayer la despedida fue más bien amarga.

Por otra parte, me refiero de nuevo al denominado "Día del Abonado". Se repitió la fórmula que tan buen resultado dio, sólo por el casi lleno, frente al Levante. Ayer ni eso. Ha sido una temporada inolvidable y no quiero ni puedo ser negativo, pero el Almería tiene que, de una vez por todas, ejercer como club de primera división en todos los aspectos.

La decisión de premiar a los no abonados, repito, a los no abonados, puede ser discutible, pero volver a bautizar al experimento como "Día del Abonado" raya lo innombrable para unos abonados que pagaron los precios más caros del fútbol español.

Como agravante, el club informó de que en Zaragoza y Valladolid se hizo lo mismo. Lo dicho, discutible, pero ambos clubes nunca llamaron a la jornada "Día del Abonado", sino "promoción de localidades" en el caso del conjunto maño, mientras el Valladolid lo realizó para "favorecer el buen ambiente".

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