Igualdad

Mientras, desde las filas del PP se acuerdan de los problemas de las mujeres sólo para celebrar una fecha

Como socialista, y como hombre, considero que la erradicación de la violencia contra las mujeres requiere la implicación de todos los hombres de este país, hijos, padres, hermanos o amigos, que tienen la obligación de levantar su voz pera decir fuerte y claro que el machismo es intolerable. Esta es una tarea social prioritaria, lo mismo que lo ha sido el compromiso del PSOE para conseguir un Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que el PP debería poner ya en marcha. La lucha por la igualdad forma parte de la identidad socialista y, por eso, hemos sido el partido que más pasos ha dado para conseguir en España la equiparación de derechos entre hombres y mujeres -recordemos la Ley de Igualdad o la consideración de Andalucía como referente a nivel estatal e internacional en igualdad de género- y en combatir la violencia contra las mujeres. Mientras, desde las filas del PP se acuerdan de los problemas de las mujeres sólo para celebrar una fecha. Por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer ha venido a Almería el vicesecretario de Política Social y Sectorial de ese partido a vender ese Pacto estatal, pero sin decir que su Gobierno, el de Rajoy, no lo ha dotado todavía de la financiación económica necesaria para desarrollarlo y paliar los duros recortes de años atrás. O para ocultar también, como ha hecho Javier Maroto, que tampoco han devuelto las competencias a los ayuntamientos en materia de igualdad, otra de las cuestiones pendientes en virtud de dicho acuerdo. Junto a él, otro incumplidor con las mujeres en Almería: el alcalde de la ciudad. Los socialistas llevamos años reclamando al PP la creación de una red municipal de atención a las víctimas de violencia de género hasta que, hace unas semanas, se anunció un acuerdo con el Colegio de Abogados. Sí, hablamos de ese alcalde capaz de organizar una Carrera de la Mujer patrocinada por un desengrasante. Necesitamos que el Ayuntamiento se mueva, pero para realizar actividades de empoderamiento de las mujeres, más allá de los cursos de zumba, que se ponga en marcha un plan municipal contra la trata de mujeres y campañas de concienciación sobre igualdad. Hace 84 años que las mujeres de este país pudieron votar por primera vez en unas elecciones, pero resulta innegable el camino aún pendiente para alcanzar el objetivo final de que hombres y mujeres estén en igualdad de condiciones realmente.

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