La tapia del manicomio

Molina & Zapata

Izquierda franco -española

LOS españoles inventamos la siesta y la guerrilla, y los franceses el vodevil y la revolución. Que no es lo mismo que la revuelta ni que la rebelión, que de éstas sí que sabemos todos algo. Lo de la revolución, después de exportarla a medio mundo, ya la tienen olvidada. Los tiempos cambian, aunque la guerrilla sigue muy vigente por todo el orbe. La siesta, también, apoyada por sesudos estudios científicos. El vodevil francés sí que mantiene sus más puras esencias, según vemos a diario en la política gabacha, pero ¿qué se hizo de la izquierda francesa? ¿A dónde fueron los intelectuales? Por no quedar, parece que ya no les quedan ni líderes izquierdistas varones. Han tenido que poner a dos españoles -uno de ellos mujer- en dos de los puestos más relevantes: alcaldía de París y presidencia de Gobierno.

Para confirmar la vigencia del vodevil se han montado un "ménage a trois" en el susodicho gobierno de la nación: el Presidente de la República, el Primer Ministro y la ministra de Energía, que resulta que es la ex del Presi Hollande. Habrá que ver esos consejos de ministros o como se llamen allí. Bueno, como siempre se ha dicho -y se ha visto en los vodeviles- que los franceses se tomaban con mucha liberalidad los asuntos de cuernos, seguramente no se lleguen a ver tiranteces excesivas, como las que cabría ver si la situación se diera en nuestro territorio, sea federal, confederal, disgregado o centralista. Ahora bien, si no cabe esperar mayores broncas derivadas de la situación familiar o exfamiliar, seguramente sí que las habrá, y buenas, con los cuernos políticos. Ya sabemos que el que se dedica a la política debe tener amplias tragaderas, pero las puñaladas que se arrean por un puesto es de esperar que sigan, y aumentadas cuando pintan bastos, como ocurre en la actual política francesa. Bueno, y en cualquier lugar de Europa, mayormente en la del sur. En Francia, eso sí, la bronca estará algo suavizada porque todos se hablan de usted, lo que da cierta distancia y relativiza el encono. Aquí es al revés, pasamos a tratarnos de usted en una discusión cuando los ataques suben de tono. Claro, eso nos pasa por tanto tuteo: hasta los niños tutean a los profes y ni dios respeta las canas. Ni las arrugas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios