Juan va a la feria

Juan irá a la Feria confiando en que en septiembre le salga algo en la construcción

La semana pasada dejamos a Juan, el retrato robot del almeriense que más fácilmente encontró trabajo, atendiendo la terraza. Recordemos: hombre, alrededor de 36 años; contrato temporal a jornada completa; en hostelería y con salario idéntico al de hace diez años. A su pareja la llamaron para reincorporarse al almacén de manipulado hace uno días. La actividad se reinicia como un mes antes de lo habitual.

El último día del mes, Juan dejará de trabajar. No se sentirá solo. En España, el treinta de julio terminaron 260.000 contratos. En agosto serán menos porque ya en el puente del día quince se registraron cientos de despidos. Es la nueva normalidad. Eso sí, Juan y su pareja irán a la feria de Almería, pues residen en la capital. No mucho, ya les digo, porque ella ha vuelto a trabajar al almacén. Un reinicio de la actividad que convierte la última parte del año en la de mayor descenso del paro en la provincia y, probablemente, deje la tasa de paro en su nivel más bajo en nueve años.

Juan irá a la Feria confiando en que en septiembre le salga algo en la Construcción. Su hermano Paco de 48 años se tendrá que pensar lo de Feria un año más. En lo que llevamos de año, con su record de contrataciones, él no pilló ni uno de esos 188.000 contratos y eso que para echar unos días estaba dispuesto. Un contrato de menos de 7 días es lo normal en el 295 de los casos. La edad es una lacra en el mercado laboral. Al igual que Paco la mitad de los parados de la capital superan los 45 años. Tiene la peor edad para encontrar trabajo en la capital, entre 45 y 49 años, como el 14% de los parados. Otro 13,30% tiene de 50 a 54 y un 12% de 55 a 60. La recuperación del empleo iniciada en 2014 no llega por igual a todas las edades. Al contrario, el descenso del paro es menor según va subiendo la edad. Empieza con una reducción del 45% entre los jóvenes de 20 a 24 años, para llegar a bajar un 6,30% entre aquellos que tienen de 55 a 59 años y ahí se detiene. En el siguiente tramo de edad, mayores de 60, el paro sube el 7%.

La cuestión del empleo y la edad o, mejor dicho, del desempleo y la edad, con su corolario de agotamiento de la protección ya no puede obviarse ni confiar su solución a una recuperación que no alcanza a todos. Por ello importa la reunión que en septiembre mantendrán agentes sociales y el Gobierno. El momento es el adecuado. Veremos en que queda.

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