El medio y el ambiente

Ignacio flores

Lecturas pendientes

Siempre tengo lecturas pendientes, ya que como me enseñó un amigo: "lo urgente puede esperar y lo importante debe esperar".

El pasado día 13, "El Consejo de Ministros ha autorizado a la Agencia Estatal de Investigación una convocatoria para impulsar la contratación laboral de unos 1.000 jóvenes en actividades de I+D. Esta iniciativa, que cuenta con 40 millones de euros (0,68% del presupuesto de investigación de 2017), está dirigida a fomentar la contratación laboral de personal técnico y de gestión de la I+D en universidades, organismos y entidades de investigación del sector público".

"La cuantía de la ayuda será de 19.600 euros anuales en el caso de titulados universitarios y de 17.900 en el caso de titulados en formación profesional. Las ayudas se destinan a cofinanciar el salario y cuota empresarial de la Seguridad Social del personal contratado".

O sea, a los jóvenes les damos dos años de trabajo en Centros de Investigación Públicos, nada de iniciativa privada, y ya con eso colaboramos a un relanzamiento "supersónico" (este entrecomillado es mío) de la Investigación Pública. Tengo mis dudas de que sea así, porque un contrato de dos años para menesteres tan variopintos como dice la convocatoria, alguien puede interpretarlo como un "paro bien pagado durante ese periodo", pero con un futuro laboral incierto. Pero es que además, como los Organismos receptores tienen que "poner lo que falte", y según se oye por ahí no se puede afirmar que tengan "capital ocioso" ni "puntas de tesorería positivas" a ver de dónde van a sacar lo que tienen que poner ellos.

Y por otra parte, da la impresión de que relanzar, con ese 0,68 % del presupuesto la I+D en España, suena a ilusión, pues he leído que los investigadores han entregado en el Congreso (el de la Carrera de San Jerónimo) 277.000 firmas para PEDIR al Gobierno que detenga "la situación de progresivo abandono de la ciencia española" que desde 2009 al 13 bajó su presupuesto de 10.000 a 5.900 millones: un 39%. Y por otra parte, para que no se note tanto la bajada de presupuestos para investigación, en esos 5.900 millones van incluidos los préstamos retornables a las empresas para investigación aplicada, que da la casualidad que no se gastan.

En la escuela mi Maestro me enseñó que no se pueden sumar peras y naranjas. Pero eso es porque mi Maestro, no sabía ni de ingeniería financiera, ni de arreglos florales. Ni siquiera estadística aplicada a un fin concreto. Sencillamente era ¡un honrado y buen Maestro!.

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