Ida y vuelta

Gregorio / Navarro / Deportes@elalmeria.es

Luis, un figura en La Chanca

Tiene la melena larga, la piel muy morena y una capacidad de mando impropia para su edad

EL viernes salía de la piscina de las Almadrabillas después de hacerme cuarenta largos braceando a diestro y siniestro (ejercicio que recomiendo a todo el que me lea) cuando, para recuperar el resuello, decidí sentarme a la sombra en las gradas de las pistas de fútbol sala. Al principio apenas percibí que había dos equipos de chavalines jugando, concentrado como estaba en recuperarme del esfuerzo. A todos los calzones les llegaban por los tobillos y las camisetas por las muñecas, por lo que deduzco que no debían tener más de seis o siete años. Uno de ellos llamó poderosamente mi atención y la de los que allí estábamos presentes. A esa edad benjamín normalmente la coordinación de los pequeños no es la mejor y, por lo común, todos se dedican a perseguir el balón como un rebaño de ovejas detrás de su pastor, pero había uno que mostraba cualidades innatas de futbolista. Tenía la melena larga, la piel muy morena y una capacidad de mando impropia para su edad, tal vez heredada de la etnia gitana a la que sus facciones lo clasifican. Me fijé entonces en la camiseta: jugaba para el Virgen de la Chanca. Al poco, las voces procedentes desde la grada me desvelaron su nombre; se llamaba Luis y todos sus compañeros lo buscaban sin descanso. Puede decirse que él lo hacía todo: atacaba, defendía, regateaba, sacaba de banda y, lo mejor de todo, cuando se plantaba sólo delante de la portería, no mostraba egoísmo y siempre cedía el balón para que otro hiciera el gol. Todo esto me llevó a plantearme su futuro, el de este chico y el de todos aquellos genios que nunca tuvieron un ojeador que los sacara del anonimato o un representante que los pusiera en el escaparate. Con suerte alguien, en algún lugar cercano o remoto, lo verá y encauzará sus cualidades futbolísticas para transformarlo en un gran jugador. Pero lo más probable es que, como tantos y tantos, se quede en el camino. En ese caso, sólo desearía que hubiera tenido acceso a una buena educación.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios