EL canto de Guerra del Ejército del Rhin". No es un canto revolucionario, es un canto a la defensa de la patria (allons enfants de la patrie), a la lucha contra "el estandarte sangrante de La Tirania". Fue compuesto en 1792 por Rouget de Lisle, un oficial del ejército del Rhin, (el único río de Francia de género masculino "le Rhin") frontera que separaba los ejércitos aliados de Austria, de Prusia y de los 20 mil nobles Franceses, los emigrados, refugiados en Alemania. Adquiere su reputación revolucionaria cuando los voluntarios de Marsella entran en Paris cantándola. Para comprender su enorme carga emocional hay que considerar que el 2 de Sept de 1792 la plaza fuerte de Verdún, bastión en la ruta hacia Paris de las invasiones Germánicas, ha caído en manos de los aliados. Los Revolucionarios consideran abandonar Paris, huir hacia el sur, Dantón lanza, en La Convención, su famoso "Para vencer a los enemigos de la patria hace falta audacia, aún audacia, siempre audacia y Francia será salvada". Esta frase mítica que salva a Paris, a Francia y a La República está esculpida en la estatua dedicada a Dantón en la place de L'Odeón, boulevard de St Germain. La consecuencia de su arenga es La Levée des Masses. Este Levantamiento de Las Masas, este ejército populachero y carente de disciplina lo forma en columnas el general Kellermann y les lanza la arenga siguiente: "Camaradas, he aquí el momento de la victoria, dejemos avanzar al enemigo sin tirar un solo disparo y carguemos a la bayoneta". Con este "desorden calculado" derrota a los aliados en esta mítica batalla de Valmy del 20 de Sept de 1792 que estampa en La Historia la primera victoria de una milicia popular contra un ejército tradicional. Kellermann salva La República que lo inmortaliza dedicándole un Grand Boulevard en Paris. A esta batalla asistió el gran poeta Alemán Goethe que pronunció la frase "Hoy, y en este lugar, se inicia una nueva era en la historia del mundo". La Marseillèse esta inmortalizada en un alto relieve en el Arc du Triomphe en La Place Etoile, Paris. La melodía y las palabras evocativas del canto han inspirado muchos pasajes evocativos en la música clásica, particularmente en la ouverture 1812 de Tchaikovsky. -

Cuando escapando de la censura, la represión y la miseria Franquistas vi desfilar en Paris una manifestación, contra De Gaulle, con Mitterand en 1ª fila, iban cantando La Marseillèse. Lloré de emoción y La Marseillèse se estampó en mi espíritu como símbolo de La Libertad. Los Franceses la portan en su corazones. Ella les une con devoción en el Amor a La Patria.

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