Menosprecio de periferias

Me parece que el problema estriba en las facilidades que tiene el personal sanitario de cambiar de destino

Se me quejaba amargamente, amargamente y con razón, el director de un centro de salud de una zona no muy poblada de la provincia de Almería, de la situación peor que precaria de muchas de estas zonas: la que viven las periferias provinciales. La razón no estriba exactamente, me dice, en la carencia de instalaciones, sino en problemas con el personal. Faltan médicos, sin más. Y cuando llegan médicos, tanto en periodos normales como en tiempos de vacaciones, su permanencia es a veces efímera y se vuelve al punto de partida. Yo he podido vivir esta situación como paciente en uno de esos hospitales, dotado de magníficas instalaciones, pero que sufrió una desbandada general de unos especialistas que se habían incorporado hacía poco tiempo. Eso hizo que la jefa de servicio, al describir la situación de su especialidad, dijera que estaban parejos a los de las selvas bolivianas. Sin exagerar. Me parece que el problema estriba en las facilidades que tiene el personal sanitario de cambiar de destino (aunque no en todos los casos) cuando atisban la posibilidad de ocupar una plaza más en consonancia con su situación personal, dejando en el aire la que ocupaban previamente. Soy comprensivo con los intereses de todos los individuos, pero no estoy de acuerdo con que se puedan imponer a los intereses de los usuarios. Cuando se van de esa forma, haciendo caso omiso a que el servicio no quede atendido, me atrevería a calificarlo como "abandono". No se tratará de ningún delito, porque los ampara la normativa; pero si concebimos la medicina como un servicio público, que de alguna forma hay que devolver a la sociedad lo que la sociedad ha invertido en ellos, entonces hacer depender su actividad de intereses egoístas no parece ser la más adecuada. La administración debería poner coto a estos comportamientos, asimilando los derechos y deberes de los médicos, funcionarios o no, a los de otros servidores de la administración que no gozan de tanta flexibilidad. Supongo que los médicos funcionarios no podrán cambiar a no ser por concurso de traslados. Y si los que tanto cambian son los interinos, esto exige alguna solución: o bien se convocan más plazas de funcionarios para dar estabilidad al sistema, o ponen duración mínima en los contratos de interinos con la exigencia de cumplirlos. Y si no se hace esto, facilitar que los pacientes sean atendidos fuera de su zona cuando no haya servicios adecuados en la suya.

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