La tapia del manicomio

Mensajes

Es un sistema que deja mamando al mismísimo "Enigma" nazi, que tanto costó a los aliados descifrar en la Guerra

Para que luego digan que la tecnología computacional española está atrasadísima. Resulta que las claves secretas que usaban Fernando el Católico y el Gran Capitán para intercambiar órdenes e informaciones, han tardado quinientos años en ser descifradas. Las mejores cabezas de nuestro espionaje han echado seis meses de intenso trabajo -con el moderno aparataje cibernético que se supone que tienen- en descifrarlas. Así se explica que en su tiempo, y a pesar de los tremendos conflictos que España tenía con Francia y con el Vaticano, ninguno de éstos fue de capaz de descifrar los cientos de mensajes con información capital. Lo bien que le hubiera venido a Luis XII de Francia saber por dónde iban a venirle los tiros, dicho sea con propiedad. O al Papa, a los germánicos, a los duques de Borgoña, a las ciudades-estado Italia y hasta al Orfeón Donostiarra, enterarse de cuando les iban a caer encima las tropas de Gonzalo de Córdoba, ni cuantos eran, ni por dónde iban a cruzar la península itálica (que luego se ampliaría con el "camino español" de Milán a Flandes). O sea, que menudo código inventaron este par de renacentistas hispanos. Es un sistema que deja mamando al mismísimo "Enigma" nazi, que tanto les costó a los aliados descifrar ya bien avanzada la II Guerra Mundial, y eso que llevaba inventado veinte años. Pero al final, entre polacos, ingleses y franceses lo descifraron, mientras que a Fernando no lo pillaron ni gabachos, turcos, italianos y germánicos. ¡Mira que si esto va a servir para que haya investigadores que se animen a hurgar en tantos papeles secretos como hay! Por ejemplo, podríamos enterarnos de la causa del retraso del tren que llevó a Franco a su cita en Hendaya con Hitler, lo que nos permitiría descubrir ahora los porqués de tanto retraso de nuestra Renfe durante setenta años. Para lo que parece que no hace falta descubridores de claves es para enterarnos de los mensajes que se mandan nuestros políticos, que a lo más que llegan es a taparse la boca cuando hablan delante de gente, pero no se coscan de que un cámara les está grabando la pantalla del móvil: "Luis, lo entiendo. Sé fuerte, mañana te llamaré", "Volvemos a vivir los últimos días de la Cataluña republicana", son solo dos casos muy conocidos, porque meteduras de pata cometemos todos, los archivos deben estar repletos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios