Si sopla el viento

Andrés García Lorca

¿Proyectos o estructuras políticas?

LA semana pasada escuché un rato al Presidente Sr. Zapatero, solo un rato, por que entre el baboseo de algunos periodistas y las respuestas del entrevistado, corría el riesgo de intoxicación neuronal. Entre ellas, hubo una que me llamó la atención, se refería al PP y sostenía que este partido tenía un problema, "carecía de proyecto político". Claro que se callaba que tampoco lo tiene el PSOE, ni IU, ni nadie. La realidad es que los partidos políticos no tienen proyectos políticos, pero sí estructuras políticas y muy consolidadas.

Un proyecto político, es el instrumento que traslada a la acción una determinada ideología. Realmente en España, las ideologías, no están ni se les espera. Lo único que le importa a los partidos es el poder, y ello se alcanza con estructuras organizativas, ya sean clientelares o mediáticas. Si analizamos trayectorias y conductas, de políticos en el poder o de los que lo han detentado, vemos un denominador común de uniformidad, solo los separan unas siglas y en el mejor de los casos un discurso recitado, que no vivido ni asumido.

Una sociedad sin ideas que la muevan, es una sociedad anestesiada, consecuentemente manipulable, y eso les viene bien a las estructuras políticas organizadas. Que por otro lado, no necesitan cerebros, sino músculos y estos se hacen con "proteinas"; mientras que para construir cerebros, se necesita formación, ideas y debates.

A modo de ejemplo, si me identifico con un esquema ideológico basado en el humanismo cristiano, ideología que busca trascender un pensamiento cristiano a la realidad política, ello supone integrar conceptos y acciones como: Economía social de mercado. Gestión responsable de los recursos naturales. Equilibrio social basado en la justa distribución de la riqueza. Reconocimiento y promoción del valor del esfuerzo y del trabajo. Respeto a la propiedad legítima y honestamente adquirida. Extensión del progreso del conocimiento, al conjunto de la sociedad, para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Respeto a la vida.

Protección de las instituciones naturales como la familia. Educación pública de calidad para todos los ciudadanos. Control legal de la acción pública. Eficiencia y transparencia en la administración de los recursos públicos. Acceso a la función pública si mas criterio de discriminación que la capacidad y el mérito.

Lógicamente, me obliga a plasmar estos fundamentos ideológicos, en un proyecto de actuaciones políticas, y divulgarlo. Pero lo más importante, es tomar conciencia y asumir, privada y públicamente, los compromisos que implica y cumplirlos. Claro que para llegar a eso, se necesitan, ideas, debates y compromisos.

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