A con-ciencia

Enrique De Amo

La Razón de la Fuerza

PARA que no haya dudas, y así lo asiento desde el principio: soy de las personas que -a día de hoy- creen que si debe existir el monopolio de la fuerza, este ha de ejercerse sólo por parte del Estado. "¡Cómo empieza éste hoy la columna!", puede que diga alguien me lea en un día tan post-inmaculado. Pero esto será, ni más ni menos, como todo buen duelo en OK corral: emocionante, aunque siempre, desde el principio, se sepa que es Billy El Niño quien, al final, muere.

La pasada semana se transmitía desde los medios de comunicación que, en Argentina se está abordando estos días la desaparición, en el año 76 del siglo pasado, de un sindicalista de origen español, nacido en Cataluña, que "fue apartado" del mundanal ruido por los militares afines -y tan afines- al Gobierno argentino golpista de aquellos momentos.

¿Cuál o cuáles podrían ser hoy día las razones para que tales investigaciones no se llevasen adelante en aquel país? ¿Podría ser que la familia no quisiera que se exhumasen los presuntos restos de su familiar yacientes en una fosa común? ¿Podría ser que no hubiese cambiado el estilo de gobierno de las clases dirigentes y aún hubiese excesivas "manos en la masa" pendientes de no menearlo?

Está claro que, queridas (personas) lectoras, si se llega a tratar de un gauchito pampero que hubiese desaparecido en algún penal patrio del 1939 al 1975… ¡esperando al sueño de los justos podría quedarse su familia! Sí, porque aquí somos personas mucho más… ¿cómo lo podría decir? ¡Me quedo sin adjetivos calificativos cuando falto a lo que siento o pienso!

Aquí, lo que somos es bastante hipócritas: caña (de España) a Videla (y antes a Pinochet) -como debe ser-, pero pleitesía al Caudillo y a toda su descendencia. Y no es cuestión de valentía sudamericana y cobardía española; no: es pura suerte o mala suerte, respectivamente, de unos y de otros. Suerte que resumo en que las guerras, si se hacen, es para que los ganadores queden exculpados.

Si no lo crees tú así, pensemos en lo malísimos que son "los comunistas"… desde el enfrentamiento Este/Oeste; ¡pero no cuando eran "aliados"! ¿Será que es que nunca somos todas, personas, grupos y sociedades, ni tan malas ni tan buenas? ¿Será, simplemente, que se trata de estar en el lugar adecuado o inadecuado, para que te "retraten"? Lo bueno de la Razón, cuando la Justicia es quien la asiste, es que no sólo es objetiva, sino que también es reparadora… luego si no es reparadora, ¡es que es injusta! Pues eso: feliz puente de la Inmaculada Constitución hayamos tenido, que, como el sol de cada día, sale para "buenos" y para "malos".

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