EL MURO DE LA RAMBLA

Pedro Asensio

Revisando la teoría

ESTA crisis que azota el mundo nos obliga a reconsiderar muchos de los fundamentos que durante décadas se vienen enseñando en las facultades. Tal vez, la lección más significativa sea reconocer, no ya sólo que la ciencia económica se aleja cada vez más de postulados matemáticos incuestionables, sino la evidente confusión que se genera a propósito de esa terrible combinación de oportunismo político y "ortodoxia económica".

Los analistas están desolados, y los políticos, sobre todo los que gobiernan España, un tanto perdidos. Los 8.000 millones para obras municipales es un claro ejemplo de perversión o manipulación económico-informativa. Más allá de los indudables efectos beneficiosos que se generarán en las infraestructuras y equipamientos de pueblos y ciudades, es ridículo pensar que el gasto en un sector tan coyuntural y no siempre intensivo en mano de obra, solucionará el problema del paro. Demasiado esfuerzo en términos de déficit público para tan poco rendimiento. Keynes hablaba de políticas fiscales, que no necesariamente han de centrase en gasto público. Recordemos que los instrumentos de política fiscal provienen tanto del gasto como del ingreso; y es aquí, precisamente, donde el gobierno no parece acusar mucho entusiasmo. Reducción de tipos impositivos, exenciones temporales, rebajas de cotizaciones a pymes, fomento de creación de empresas, en definitiva, un arsenal de medidas que podrían aliviar el peso fiscal de nuestro tejido productivo, que es quien crea empleo y riqueza y sostiene a las Administraciones Públicas. Keynes también hablaba de eso, y no sólo de cavar hoyos para luego taparlos…

En el sistema financiero, los últimos debates giran en torno a los tipos de interés negativos. En términos reales, ya es posible que puedan darse casos, y no sería la primera vez. Al Banco Central Europeo le queda poco margen para activar políticas monetarias laxas, con lo cual, la deseable liquidez del sistema no parece llegar con esa fuerza que todos deseamos.

Toda la vida enseñando que los intermediarios financieros te pagan para que deposites tus ahorros, y te cobran un poco más para sufragar tus necesidades de inversión o consumo. La diferencia, es el margen operativo o financiero; y de eso, entre otras cosas, se va viviendo… Pero ahora, el mundo al revés. Podrían cobrarnos por dejar nuestro dinero y pagarnos por recibir prestado. De locos. Y encima, cuando bajan los tipos de interés ya no sube la bolsa, como sostiene cualquier manual clásico de tercero de carrera. Me temo que los economistas hemos de reformular todas nuestras teorías, y obtener algunas enseñanzas productivas para el futuro.

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