¿QUÉ le está pasando al Polideportivo Ejido? Esta es la pregunta que se hacen hoy día todos los aficionados del conjunto celeste, y no sé si hasta los mismos jugadores se lo preguntarán. Los de Lucas Cazorla, que tan buena primera vuelta nos brindaron, están inmersos en una crisis de juego y resultados que ha hecho saltar todas las alarmas. Para empezar, la semana se presentaba convulsa, tras publicar varios medios unas informaciones sin fundamento, que poco o nada tienen que ver con lo deportivo, pero que acarrean, cuanto menos, desconcierto y preocupación en el club; de la imagen dañada ya ni hablamos. Por ello, aterrizaba el Poli en Melilla con la idea de hablar sobre el campo y olvidar toda la polémica suscitada a su alrededor. Hacía falta una victoria para seguir en la lucha por el primer puesto y de paso acabar con la sequía goleadora que azota al club desde hace varias jornadas. Pero no sólo perduró dicha sequía, sino que para colmo, Valerio tuvo que recoger la pelota de la red hasta en cuatro ocasiones. Uno tras otro, y casi sin hacer ruido, el Melilla le hizo un póker de goles a un Poli Ejido que parecía no enterarse de la película, o que esperaba despertarse en cualquier momento de un mal sueño. No fue tan malo el peder como la forma de hacerlo. Mientras esto sucedía, el Cádiz le daba la vuelta a un partido que se le ponía cuesta arriba y el Real Jaén resolvía su partido con brillantez en los últimos minutos. El Poli Ejido se ha dormido y sus rivales han aprovechado la ocasión para dejarlo en evidencia. Los celestes todavía tienen un buen colchón de puntos respecto al quinto clasificado, esperemos que sea suficiente y pueda administrarlo en tanto el buen juego y los goles regresen.