Tiempos modernos

Antes había cines cerca y la gente iba las tardes de domingo, ahora solo van los niñatos al 'Alcampo'

Por cierto, el otro día cuando hacía la visita para hacer un certificado vulgarmente llamado energético, eso de la luz que dice la gente, el señor me comentó eso de que la ley es para que la cumpla yo (o sea él) no para que la cumplan los demás, que yo he sido banderillero y ya me las sé todas. Y era cierto, había sido banderillero y además toda su vida, desde los catorce, es decir, más o menos cincuenta años poniéndole las banderillas a todos los toros que se ponían por delante. Ahora está retirado y por lo que dice sabe más el banderillero por viejo que por banderillero. Antes, me decía, las discotecas eran discotecas y los cantantes, cantantes. Y cantaban bien, hoy en día el mejor es el que hace más ruido. Y los cines, qué le parece a usted lo de los cines. Antes había cines, aquí cerca, allí, y la gente iba las tardes de los domingos al cine, los sábados por la noche, y ahora, ahora sólo van los niñatos ahí al Alcampo. Y sigue usted viendo toros, le pregunté, qué va, ahora con los antitaurinos a ver quién se acerca a la plaza, mira en Francia, que yo he toreado en Francia y en Francia la fiesta está puesta como cultural y las manifestaciones no se pueden hacer a menos de tres kilómetros de la plaza. Y aquí, aquí nas que follones por todo. Y ha toreado usted, le pregunté, sí, he sido novillero. Por lo visto hay novilleros, banderilleros, picaores, matadores. Pero es caro, no? Hombre, a ver, nas que el propietario de la plaza ya te pide dos millones (de pesetas) por usar la plaza y ahora hay que dar de seguridad social a los banderilleros, los mozos y a to quisque. Y el torero, que cobra. Y se juega la vida, también. Y se pasa miedo? Hombre, pues claro que se pasa miedo, el que diga que no se pasa miedo es mentira, pero si piensas que el toro te va a coger entonces no sales a la plaza. Pero ahora es todo una leche. Yo estoy con este señor, poco a poco se jubilan los banderilleros, los curas y los peluqueros con viejo leyendo el periódico y silla desgastada. Yo he pasado de Peluquería Antonio a Peluquería Manolo porque Antonio se jubiló. Por suerte Manolo, hijo de peluquero y con peluquería antigua de herencia, es bastante menor que yo y no se me va a jubilar. Y yo me voy a quedar a vivir para siempre en ese espaciotiempo de banderilleros, peluqueros de barbería antigua y tebeos de cinco duros. Y ya me tengo que marchar. Pues nada, hombre, adiós. Y gracias.

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