Acabó 2017 y lo hace con cerca de 104.000 pensionistas en Almería. Más o menos el 9% de la población. Poco comparado con el 12% a nivel nacional. Seis de cada diez de esos pensionistas son jubilados y tres son viudas. No son además muy costosos para el sistema. Las viudas tienen una pensión media de 556€. Los jubilados con su pensión de 862€, perciben un 40% menos que un pensionista alavés. Es el sistema productivo, la industria tiene mejores sueldos y por tanto mejores cotizaciones.

El año finaliza también con llamadas ofreciendo planes de pensiones. Si en septiembre tienes la sensación de estar en una lista de tontos dada la cantidad de intentos de vender cultura por fascículos; en diciembre de que disfrutan recordándote tu edad. De paso, que salvo que se tenga cotizado 36 años y medio, en 2018 la edad de jubilación será 65 años y medio. Esta edad es casi lo único que sube, porque las pensiones crecen un 0,25%. Lo mismo que en los cuatro años anteriores.

Y, con esta agradable visión del futuro leí un artículo del Washington Post sobre pensiones (lo sé, he quedado un poco elitista. Como justificación diré que lo encontré por casualidad). Contaba la historia de antiguos trabajadores de McDonnell Douglas. La empresa les incluyó en su plan de pensiones, pero en 1994, con un ojo puesto en ahorrarse costes de jubilación, cerró la planta. Y ahí está un señor de 79 años que se jubiló a los 65 y ahora trabaja a jornada completa en un supermercado. Voluntarioso señala que le basta con sentarse diez minutos cada dos horas. Otro señor, con 74 años está, en cierta manera, en la nueva economía: carga camiones de pedidos de Amazon en el turno de noche.

El futuro, dice el reportaje es ahorrar para la jubilación; manejar sus propios planes de pensiones, a veces con una pequeña ayuda de sus empresas. Tras jubilarse el plan complementará lo que pague la Seguridad Social, que es bien poco. Por desgracia, solo la mitad de los americanos gana suficiente para hacerse uno de esos planes. Y, entonces, pienso en nosotros. Los planes de pensiones están poco extendidos. Lo sorprendente no es eso, sino que sea una sorpresa. Un país que ve un éxito bajar el paro al 18,6%, y crea empleo en los sectores con menores sueldos y menor productividad. En fin, no acabemos como el americano del super, ahora que hay tiempo, y defendamos el sistema público de pensiones.