¡Ufffff!

No había mejor forma de poner una cortina de humo ridículo del "proces", que hacerlo mártires

Corre una broma por las redes: "si me vuelves a hablar de Puigdemon, te saco el álbum de fotos de mi boda". Y es que ya estamos llegando a una saturación, a un hartazgo, y a un cansancio, infinitos. Hasta las narices de tantos catalanistas independentistas y de tanto discurso machacón. De todas esas consignas repetitivas, que intentan hacer ver lo blanco negro, o lo negro blanco. Llamar a lo legal, ilegal, a lo ilegal, legal, a la opinión de la mitad, la opinión unánime, a lo cobarde, héroe, a los políticos presos por incumplir la ley, presos políticos por defender ideas, etc. Cúmulo insoportable de despropósitos, de fanatismos nacionalistas decimonónicos, que alimentan peligrosamente, en la otra parte, los fascismos que renacen, y a la España cainita. Se repite la historia de ETA. Sin muertos, ni asesinatos, es cierto, aunque el líder de la Intersindical CSC, convocante de la huelga del día 8, tenga a sus espaldas dos viles crímenes terroristas. Con un Rajoy que hace mucho tiempo debería estar en su despacho de notario, o quizás, donde están hoy parte de los miembros del "govern", si los papeles de Bárcenas no estuvieran durmiendo el sueño de los "injustos". Y con un Puigdemon, cobardemente huido, para "internacionalizar" su causa. Razón que sorprendentemente es válida para muchos descerebrados, hasta el punto de que su propio partido lo propone como candidato en el "exilio". No había mejor forma de poner una cortina de humo al inmenso ridículo del "proces", que hacer mártires, con una prisión preventiva, alentada por un fiscal jefe, que no entiende de barcos, en su obsesión "antiproces", y que ha insuflado fuerzas a unas huestes independentistas desarboladas. La inutilidad absoluta del gobierno de Rajoy, junto a la insoportable gilipollez del discurso pesado, irreal, victimo-triunfalista del "proces", ocupan casi por completo nuestro día a día. Y es pesado, muy pesado. Más, Puigdemon, Junqueras, y adláteres se olvidaron hace mucho tiempo de los verdaderos problemas de los catalanes, de la gente que sufren los recortes en sanidad y educación, de las personas en paro. No sé si todos los incumplimientos legales, si la burla continuada de nuestro ordenamiento constitucional, dan razón para que medio govern esté en la cárcel. O si es el daño que están haciendo a nuestra convivencia, a nuestra economía, a la imagen de nuestro país. Pero su discurso ramplón y anticuado, intelectualmente insoportable, merecen un ¡basta ya!, y unas vacaciones en Marte, como muy cerca. ¡Uffff! Ah, y llamarlos presos políticos, es un insulto para los que lo son de verdad.

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