LOS goles en los minutos finales de un partido tienen dos caras: la de la alegría por la satisfacción de conseguir una recompensa cuando todo estaba perdido, y la de la desesperación por comprobar cómo en un suspiro todo el esfuerzo se esfuma.

El Almería ha experimentado a lo largo de esta temporada ambas sensaciones, la última el pasado domingo frente al Real Valladolid, cuando en el tiempo de descuento un rechace de Alves lo remató Sesma de forma espectacular.

Aunque hasta ese momento el equipo pucelano demostró en la segunda parte que no se merece ocupar el actual puesto que ostenta en la tabla clasificatoria, y gozó de más oportunidades, si el conjunto rojiblanco hubiera amarrado el empate mantendría a 4 jornadas de terminar la Liga casi intactas las opciones de disputar la UEFA la próxima temporada.

Si embargo, no podemos olvidar que también la Unión Deportiva Almería ha sabido este año saborear el conseguir una victoria en la recta final de un partido.

No hay nada más que recordar el gol de Santiago Acasiete frente al Villarreal en el minuto 84 y el estallido de emoción incontrolada que sintieron los aficionados en el Estadio Mediterráneo.

Habrá que estar atentos a los descuentos que restan por disputar al conjunto almeriense. Lo mismo sucede con el entrenador Unai Emery y se espera al pitido del colegiado en el último encuentro para desvelar su futuro.

Ojalá que el gol y los 3 puntos finalmente puedan quedarse en casa.