UNA de las mayores satisfacciones que me ha dado mi responsabilidad al frente de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio en Almería es entregar a una familia las llaves de su hogar. El proceso desde que se plantea un proyecto de VPO hasta que se produce este feliz momento de la entrega de llaves es largo, aunque cada día menos, porque para eso la Consejería ha articulado una serie de medidas que facilitan el proceso de calificación. Cualquier promoción, pública o privada, pasa irremediablemente por la Junta de Andalucía que es la que vela porque se cumplan las mejores condiciones técnicas y de calidad y la que da el visto bueno a la promoción para que luego los ciudadanos puedan acceder a las ayudas.

Pero nuestra responsabilidad con los jóvenes y con las familias que tienen menos ingresos va más allá. La Consejería de Vivienda, a través de la Empresa Pública, es la primera promotora de VPO de la provincia. No sería justo hacer esta afirmación sin aprovechar estas líneas para agradecer a los alcaldes y alcaldesas de la provincia que, en su mayoría, nos cedan buenos suelos para hacer vivienda protegida. Recuerdo una de las últimas promociones que entregamos, la de Uleila del Campo, donde su alcaldesa se ha volcado con el proyecto.

Otra de las piezas fundamentales para hacer realidad el mandato de la Constitución y del Estatuto de Andalucía del derecho a una vivienda digna son las entidades financieras. En esta coyuntura delicada, nos tienen que apoyar, como hacen y, en los casos en los que no es posible, estamos poniendo en marcha soluciones como el alquiler con opción a compra a los 10 años, que facilita a muchos mileuristas gozar de una casa.