DEPORTE CATÁRTICO

Ángel M. Roldán Molina

Un almeriense en la corte del campeón

JUAN Contreras (nacido en Almería capital, 1986). Memoricen este nombre por dos razones. Primero, porque apunta a figura del voleibol y, segundo, porque es el último en incorporarse a la larga lista que hace bueno aquel refrán de que nadie es profeta en su tierra.

Por el momento, se acaba de convertir en nuevo jugador de Drac Palma, actual campeón de liga y copa. Nada menos.

Los que conocíamos su juego y su carácter no teníamos dudas, pero ahora lo corrobora que el equipo isleño lo haya elegido para ser el líbero titular las tres próximas temporadas. Su juventud está marcada, paradójicamente, por una azarosa vida deportiva.

Desde que debutó con el club de su infancia, Unicaja Almería, hace 4 campañas con sólo 17 años, hasta su fichaje por Drac Palma, no ha escatimado en viajes y paradas para realizar su sueño de ser uno de los grandes de este deporte.

Universidad de Granada, en el primer año de su exilio, le enseñó la dureza del banquillo; Guadalajara, al año siguiente, le ofreció las primeras oportunidades de demostrar su valía; en Teruel, se ganó a la afición por juego y simpatía, y aún hoy le ovacionan cuando visita la cancha turolense.

Su vuelta a Universidad de Granada, la pasada temporada, supuso su despegue definitivo. Una gran campaña que llevó al equipo universitario hasta semifinales, cotas impensables para un equipo de estudiantes, como Juan.

De esa eliminatoria se llevó el reconocimiento como mejor líbero de las semifinales y unas lágrimas difíciles de consolar.

No ya por perder ante Unicaja Almería Arukasur, sino porque con la derrota desaparecía también el equipo de voleibol de Universidad de Granada, por decisión rectora, y sus opciones de compaginar sus estudios de Odontología con el deporte de alto nivel.

Sus lágrimas han tardado poco en tornarse llanto alegre. Marcelo Méndez, en su doble vertiente de entrenador de Drac Palma y seleccionador nacional, ha sido el artífice.

Lo ha convocado con España, y lo ha fichado para el equipo isleño. Más, imposible, para un chaval que hace un mes meditaba abandonar todo su talento deportivo, y que no lo hizo por el sabio consejo de su entrenador de siempre, José Asensio, del que más aprendió y con el que logró campeonatos en las categorías inferiores de Unicaja Almería Arukasur.

De tanta alegría, admite, solo un inconveniente. Sus seguidores incondicionales: su madre Isabel, su padre Juan y su hermana Ana, tendrán que gastarse un pico en viajes, porque piensan seguir apoyándolo en todos los partidos, como hacen siempre.

El otro inconveniente está solventado, porque no piensa dejar sus estudios. Así es Juanillo, todo un crack.

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