ángel nieto

Un tiempo en el que un tipo no pasaba desapercibido a pesar de correr en una categoría que hoy ni existe

Lamentablemente ha muerto Ángel Nieto. Sí, Angelito, aquel que fue capaz de darle un empujón al motociclismo español y ponerlo en la cabecera de los periódicos y no sólo los deportivos. Aquel que fue capaz de conseguir 12+1 (bonito término para no decir trece, ya que parece que el gran piloto era de los muy supersticiosos) campeonatos del mundo de motociclismo, en unas épocas en que, llamar moto a aquellas máquinas no tenía nada que ver con la visión que tenemos hoy en día. Un tiempo en que un tipo sincero cercano y con gran sentido del humor no pasaba desapercibido a pesar de correr en una categoría que hoy ni existe ni se nos ocurriría ponerla en funcionamiento.

Todos los que tienen algo que ver con las motos han quedado afectados porque además de ser un gran piloto, era un gran tío. Sus anécdotas con el Rey Emérito o los paseos en la intimidad por los alrededores del Palacio de la Zarzuela han hecho de él, un personaje peculiar. Conocido el fatal desenlace, la comunidad motera se ha encendido inmediatamente para hacer los homenajes pertinentes y así por medio de email, whatsapp o cualquier otra a las formas que actualmente se utilizan para comunicación, la cadena se ha puesto en marcha y se han montado unas reuniones/concentraciones que nada tuvieron que envidiar a cualquier otra que se hubiera visto por ahí y que luego pudiese haber acabado en una paella.

Los moteros, proveídos de casco, chupa y guantes, el pasado domingo a las doce más una horas (una del mediodía) han guardado, en su memoria, un minuto de silencio en las plazas mayores o en cualquier otro lugar emblemático de las ciudades, esperando por el acto oficial en la curva de Ángel Nieto y su monolito en el Circuito de Jerez.

Aquí hemos asistido a una gran concentración donde no ha faltado casi ninguno y donde no han faltado rugidos de motor, pitadas y acelerones de todos los colores y donde se ha recordado, con dolor, su pérdida. Alguien muy apenado señaló que es imposible no estar triste, su ausencia duele, pero su recuerdo siempre nos hará sonreír. Recordémoslo así. Hace poco tuve la ocurrencia de escribir algo sobre los pirados que pretenden llamarse moteros. Hagamos que el ejemplo de Ángel Nieto concienciando y animando a todos a montar en moto con seguridad sea el leit motiv que marque el sentimiento y la camaradería que se respira en el mundo de las motos.

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