No hay buenas dictaduras

Sustituir la Asamblea con mayoría de la oposición por una 'constituyente' de partido único es un golpe de Maduro

Resulta chocante que en España haya políticos que se irriten por las críticas al autoritario régimen de Maduro en Venezuela. Hubo un tiempo en España en el que nos reconfortaba que desde cualquier país democrático condenaran a la dictadura franquista. Y ahora es adecuado reprobar los excesos de Maduro, Erdogan, Orban, Putin, Trump o Kim Jong-un. Las provocaciones del muchacho malcriado que gobierna Corea del Norte, dictadura comunista hereditaria en uno de los países más pobres del mundo, han generado una gran inestabilidad global estos días. El que la hostilidad vaya dirigida a un presidente norteamericano que corteja al extremismo de derechas no ayuda a la paz.

En la propia Unión Europea se ha producido una deriva autoritaria de los partidos de Kaczynski en Polonia y Orban en Hungría. El Parlamento polaco aprobó en julio una reforma del Tribunal Supremo que lo hace depender del Ministerio de Justicia. El fracasado referéndum antiinmigración de hace un año y el corsé a las ONG internacionales han puesto a Hungría en similar posición. Resulta curiosa la degradación del Fidesz, animador de las elecciones húngaras de 1990: jóvenes libertarios anticomunistas de pelo largo y vestuario informal, en cuyo partido no se podía militar con más de 35 años. Y bajo el liderazgo de Viktor Orban se han convertido en euroescépticos, aliados de la Rusia de Putin. Varios saltos mortales.

El camino turco a la dictadura, tras el golpe o autogolpe de hace un año, ha alejado a ese país de la UE. En estos 14 meses Erdogan ha despedido a más de 150.000 empleados públicos o profesores de universidad, tiene 50.000 detenidos en espera de juicio y ha clausurado 150 medios de comunicación. Y en Venezuela hay 620 presos políticos según la Organización de Estados Americanos. La sustitución de la Asamblea Nacional, con mayoría de dos tercios de la oposición, por una constituyente de partido único es un autogolpe de Nicolás Maduro.

En Unidos Podemos, sin embargo, siguen empeñados en descalificar cualquier reproche al régimen bolivariano. Espinar ha argumentado la lejanía de 10.000 kilómetros de aquel país y Garzón ha calificado de "golpista" a Leopoldo López, el preso político más famoso de Venezuela. Hugo Chávez dio un golpe militar en 1992 y fracasó; Maduro ha tenido más éxito. Y su golpe no es censurado ni por la vieja ni por la moderna izquierda comunista española.

Pero no hay dictadura ni régimen autoritario bueno. Son todos malos.

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