Por cierto

Eliminemos todo lo que le molesta a Javier Marías y tendremos un país con menos molestias para Javier Marías

Como siempre la Semana Santa es una semana lúcida en oscuridades y falta de luces. La Semana Santa no es un debate pero lo puede ser como lo puede ser debatir sobre si el futbol sí o no, los conciertos de música al aire libre sí o no, los Reyes Magos sí o no, el carnaval sí o no, los petardos sí o no, las petardas sí o no. Todo sí o no. Debatámoslo todo y si no podemos salirnos con la nuestra e imponer nuestra opinión sobre los demás por las buenas, pues por las malas. Fastídiate, tú que no piensas como yo. En otro orden de cosas, la Semana Santa es terreno abonado para pasiones y para echarle morro a todo. Que una señora mayor lleva media hora o hasta una hora para ver salir una procesión en primera fila, pues llega la lista de turno o los listos de turno a cinco minutos de empezar, se pone delante y a joderse, y si le protestan pues dicen la calle es de todos, de todos, sobre todo de los listos. Y total, pues no vaya a ver procesiones, señora, o también pues liémonos todos a garrotazos y tendrá razón el que tenga el garrote más gordo. También la Semana Santa es terreno abonado para que en la radio y por boca de un alto cargo de la Junta de Andalucía (de cuyo nombre sí quiero acordarme pero ponerlo es gastar inútiles caracteres) se oiga decir que en la Constitución Española se reconoce que España es un país católico (sic). Me la he repasado de cabo a rabo y en ningún sitio pone eso pero si lo dice ese señor, pues todo vale, es un error, todo es un error, lo siento, he cometido un error, cualquiera se puede equivocar, los Reyes Católicos eran Isabel y Carlos, pido perdón por el error. Bueno pues lo digo, un tal Tortosa, que también dijo que no era incompatible el socialismo con el cristianismo (más sic). Y y tampoco con el budismo, el pragmatismo y el inconformismo (esto lo digo yo, por decir algo). No tiene nombre lo de las algaradas en la madrugá sevillana, bueno, sí tiene, alborozo en la alborada siguiente de Javier Marías que dos semanas antes ya nos está diciendo todo lo que le molestará. Como decían en una película, todo, me molesta todo. Eliminemos todo lo que le molesta a Javier Marías y tendremos un país con menos molestias para Javier Marías, un mundo feliz para Javier Marías. Ese mundo ahora idiota que utiliza ordenadores y móviles y por eso no es tan inteligente como Javier Marías. Libertad, sí, pero siempre que se haga lo que diga Javier Marías.

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