Un clásico en Navidad

Como dice el calabrés, los clásicos se leen y seguirán leyendo, porque responden a nuestras preguntas

Faltan pocos días para la Navidad, época que, nadie creo pondrá en duda, comienza con el sorteo de la lotería. Aunque este año las elecciones catalanas, tal vez, lo sustituya. O no, dependiendo de los resultados, dirían algunos. El hecho es que, un año más, y demos gracias, viviremos este entrañable periodo en el que todo es enternecedor, a pesar del frio. Curiosa contradicción.

Suele ser buen momento para comer en familia, amigos, o compañeros de trabajo. También para reconsiderar las prioridades que nos solemos poner, o que nos imponen. El cambiar de hábitos, puede que también de amigos y compañeros, por qué no. Aunque, si tienen algo de tiempo, y para muchos escasea, por desgracia, desde aquí les recomiendo que lean. Expíen y purifiquen su alma. Lean lo que quieran, pero lean. Y no lo digo desde una visión erudita, filantrópica o metafísica. No. Tampoco con la pedantería, soberbia o estupidez que suele acompañar a los intelectuales de pacotilla. Nunca me atrevería. Se lo recomiendo, humildemente, por el simple deseo de que conozcan. Por el enorme placer de vivir algo diferente. De soñar aquello que jamás la realidad le dará, y usted lo sabe. De escapar de la rutina, que merma y amedranta su espíritu, haciéndole sentir cosas mejores. Y se lo aconsejo porque usted está leyendo estas líneas, un martirio éste que de por sí le hace ya valedor, tal vez incluso diría que legitimario, de poder mejorar sus experiencias literatas. Si así lo decide, pongo en sus manos unos libros que podrá deleitar durante esas horas que pase estas fiestas junto al árbol de navidad, nacimiento, chimenea o cualquier otro icono de la epifanía. "La utilidad de lo inútil", o su hermano, recién salido de imprenta, "Clásicos para la vida". Su autor, el italiano Nuccio Ordine. Su contenido, una selección de textos clásicos con comentarios, y las entrevistas hechas a su creador, aseguran el resultado de esta elección. Como dice el calabrés, los clásicos se leen y seguirán leyendo, porque responden a nuestras preguntas. En cambio, el utilitarismo imperante en nuestra sociedad, en la educación, hacen inútiles a las personas de hoy, porque no saben hacer preguntas, las correctas. Caldo de cultivo de las clases imperantes, las políticas, que repudia a la gente formada y autónoma, futuros herejes que serían contestatarios. Escriban, lean y piensen en libertad. Felices fiestas a todos. De verdad.

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