Opinión

Carmen / Rubio / Soler

Lo que da precio al viaje es el miedo

Oen su defecto cualquier otra emoción de su misma intensidad. Esta exposición es un lujo. No entro en los gustos personales y casi tampoco en las objetivas apariencias de la calidad. Es un lujo porque está pensada para el espectador. Algunos se echarán las manos a la cabeza al leer esto, pero así lo he sentido. Y cuando digo esto me refiero a la museografía, que es la que ha permitido el espacio con el cual se cuenta en el CAMA; aunque quizás no sea el idóneo, o no el que nos hubiera impresionado más a cada uno, para todos diferente, por supuesto. No comparto la idea del comisario. Nos dice que es un planteamiento de museografía "arriesgado y subversivo"; más bien lo encuentro demasiado suave en el caso de algunas obras. Pero soy consciente de que al público de Almería le puede chocar, sorprender, desagradar, agradar, hacer sonreír, en definitiva, sentir y pensar. Su recreación nos debe provocar plantearnos algunas preguntas, y sugerirnos algunas respuestas ante el mundo en el que vivimos. Incluido el mundo del arte.

La exposición esta articulada en tres partes. La primera, EL PLACER DE MIRAR, nos devuelve al clásico concepto del arte por el arte, a la contemplación de lo bello, si bien hoy lo bello ha cambiado, y los soportes para expresarlo más aún; pero eso no importa, nos rodean, nos gobiernan, han entrado en nuestra cultura visual y ya no los rechazamos. Entendemos un vídeo, un espacio, una instalación, pues no en vano son usadas por la publicidad para amenizarnos la existencia. Las instalaciones fotográficas, los fotomontajes, la fotografía ya están en nuestras casas, han entrado con la decoración, han usado los avances tecnológicos para "crear estilos", gracias a ellas ya podemos no decir qué raro es esto o lo otro, ya nada nos extraña. Ahora lo que falta es que estos soportes los aceptemos como medios de comunicación del arte contemporáneo. Y esta exposición es por esto un lujo, nos ayuda en este aprendizaje.

CAMBIARLO TODO. Cuantas veces no pensamos en que nos gustaría cambiarlo todo. Aquí los artistas nos comunican cómo han sentido ellos esos momentos, qué les ha provocado, qué soluciones ven o qué les ha horrorizado. Son soportes similares, son creaciones artísticas, pero no buscan la belleza, en cambio, buscan el rechazo, nuestro rechazo. Nuestra necesidad de cambiar algo, de mejorarlo. El arte de nuevo como medio para sensibilizar y proponer una crítica al mundo en el que se concibe. El arte como crítica social.

En este caso, al hablar de COLECCIÓN PRIVADA, no nos referimos a la obra acumulada por un coleccionista privado que la completa con objetivos lúdicos o económicos. Aquí es privada, con dos rombos.

La exposición es completa y didáctica en su concepto. Puede que a algunos, espero que no a muchos, les haga falta una guía para no perderse en un mundo artístico al que, por desgracia en Almería, no tenemos demasiado acceso. Puede que nos gusten unas cosas más que otras, e incluso puede que nos desagraden, pero creo que tenemos con nuestra sociedad una deuda, y con el arte también, que me vale como perfecta excusa para disfrutar (y no disfrutar) de esta muestra.

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