Los andaluces parecemos vivir en un constante 'día de la marmota' cuando hablamos de inversiones o mejor dicho cuando volvemos a descubrir que la Junta ha dejado sin ejecutar más de 1.700 millones de los presupuestos. Un año más no logran cuadrar las cuentas por la falta de gestión de un gobierno que no consigue salir de una parálisis que está perjudicando gravemente a esta tierra.

Es su talón de Aquiles y no hay cuentos que valgan. Solo les resta asumir la responsabilidad de que se ha vuelto a perder una nueva oportunidad para que Andalucía alcance el ritmo de convergencia que necesita. Aunque dudo mucho que el gobierno andaluz encuentre el modo de explicar por qué ha dejado de realizar el 43,5% de las inversiones reales que estaban planificadas para el ejercicio de 2017.

Sin entrar en descalificaciones creo lícito la crítica hacia el gobierno de Susana Díaz, el cual debe asumir como suya la preocupación e indignación existente entre los andaluces que le recriminan que les estén lastrando su futuro económico.

Qué argumento hay para justificar que el gobierno andaluz dejé sin impulsar más de la mitad del presupuesto destinado a infraestructuras educativas, sanitarias y apoyo a sectores productivos tan importantes para nosotros como la agricultura. Cómo es posible que en Andalucía, que es una de las comunidades autónomas con mayor tasa de paro de España, dejen de invertir el 86% del dinero reservado para políticas activas de empleo. Estamos hablando, sólo en este apartado, de 518 millones de euros que bien empleados podrían haber generado muchas posibilidades y oportunidades a los andaluces para su acceso al mercado laboral. Lo grave es que cuando hablamos de políticas de empleo lo hacemos también de fondos finalistas que, procedentes de Europa o el Estado, tienen que ser justificados. Las advertencias a Andalucía del Parlamento europeo han sido múltiples en este sentido, por el hecho de que se hayan tenido que devolver hasta 3000 millones porque no se han gastado. Algo incomprensible porque si hay un problema endémico en Andalucía ese es la alta tasa de desempleo Juvenil. Los andaluces se sientan lejos de un gobierno que en vez de resolver sus propios errores se dedica a criticar al vecino de enfrente a pesar de que éste sí está haciendo sus deberes. Frente a la falta de ejecución de la Junta está el compromiso del Gobierno nacional que si ha impulsado unos presupuestos realistas y acordes a las prioridades de esta tierra. Entiendo que antes de criticar y buscar la confrontación la Junta debe de cumplir con sus presupuestos y hacer frente a las inversiones que prometieron.