Cartas Británicas

RAÚL PIÑEIRO

El error de Francisco

LA derrota del Almería en Valladolid, más o menos esperada, no deja de doler. Tras la victoria ante la Real y el empate ante el Valencia, después de ir perdiendo 0-2, hizo que muchos, entre los que me incluyo, afrontáramos el partido del domingo con ilusión y expectación. Era ante un rival directo al que, jugándole con la intensidad con la que se había jugado ante equipos de zona europea, había opciones, o eso creíamos, de ganar. O como mínimo nos podríamos traer un empate, tan importante por el valor del punto como del golaverage. No podíamos estar más equivocados. A los cinco minutos Manucho ya ponía por delante a su equipo. Por cierto, yo tenía claro que Manucho mojaba ante nosotros, siempre suele ser así. A partir de ese gol tempranero, se acabó lo que se daba. Pudo el Valladolid lograr un marcador más abultado ante un Almería que apenas disparó dos tiros a puerta. Dos tiros a puerta. Y aquí es donde entra en juego Francisco, nuestro míster. La afición del Almería no es tonta, y todos pudimos ver lo que pasó en el terreno de juego. Es lógico que Francisco, debutante en la máxima categoría y con poca experiencia en los banquillos, cometa ciertos errores tácticos. Pero el error más grave es intentar vender algo que no fue. Dijo el entrenador que su equipo fue Pucela a ganar, que no se conformaba con el empate. Entre la apatía de los jugadores y esas declaraciones de nuestro técnico, nos dieron el domingo. Como bien comentaba Vivancos, no se trata de ganar todos los partidos. No somos un grande, ni tenemos a un balón de oro en nuestro equipo. Tampoco a un 'special one' en el banquillo. Pero lo mínimo que se le debe exigir a nuestros jugadores es intensidad, y a nuestro entrenador honestidad o, al menos, que no nos venda motos. La permanencia, dicen, pasa por casa. El problema es que no somos tan fiables ni invencibles en el Mediterráneo. Para salvarse, habrá que rascar algo fuera, pero las 7 derrotas en 7 visitas en esta segunda vuelta, no son nada halagüeñas.

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