En los aledaños

Pablo Laynez / Playnez@elalmeria.es

Se ha ganado una batalla

Victoria para creerse que el ascenso es posible, con la misma actitud que el equipo demostró en el Peroles

TODAVÍA tengo el corazón en un puño. ¡Qué sufrimiento en la tanda de penaltis, pero menuda alegría, cuando Toni Bernal adivinó las intenciones de Castellón! El coliseum roquetero llevaba mucho tiempo esperando un partido así para recuperar la fe y creerse con opciones de llegar a la categoría de bronce. Sin embargo, como sabiamente afirma un dicho popular, se ha ganado una batalla, pero no la guerra. Ahora habrá que disputar otra intensa eliminatoria frente al Teruel, una de las pocas capitales de provincia que no tiene equipo en una categoría superior a Tercera. La empresa no va a ser nada fácil y habrá que mostrar algo más en La Pinilla, que lo que el Roquetas puso en liza en Catarroja. En el Mundial 82, los almerienses salieron sin la alegría que mostraron sobre el Peroles. Las piernas temblaron y los dos goles valencianos parecían sepultar las esperanzas por conseguir el ascenso. Sin embargo, la casta y la raza que demostró el campeón del grupo IX, permitieron subir otro peldaño de una escalera de la que ya se divisa su final. El Teruel, si cabe, hizo algo más difícil al remontar en el campo del Villarrobledo un 0-1 desfavorable, con una goleada que no olvidarán durante mucho tiempo los castellano-manchegos (0-4). Hay que viajar hasta Aragón con confianza, pero con respeto; con la intención de ganar, pero sin olvidar el carácter que le ha transmitido Florit a su equipo. Traerse un buen resultado de La Pinilla sería amarrar con las dos manos un ascenso que ahora se acaricia. Ya nos avisó Esteban antes de viajar a Catarroja: marcar un gol a domicilio es fundamental por el valor doble. Más si cabe como sucedió el domingo, cuando el conjunto valenciano dispuso de 120 minutos para anotar un tanto que le hubiese obligado al Roquetas a hacer cuatro. La prórroga, en estos casos, juega a favor del equipo visitante en los partidos de vuelta, ya que disponen de más tiempo para hacer válida esa considerable ventaja que supone marcar un gol lejos de tu casa.

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