Los orígenes de la feria hortofrutícola de almería Este año celebró su 25 aniversario

Ramón Gómez Vivancos

El germen de la Expo Agro

El ex presidente de la Cámara de Comercio de Almería estuvo al frente de la primera edición de la muestra de agricultura almeriense y, hoy, narra cómo fueron los inicios

COMO creador de las EXPO AGRO ALMERIA y EXPO ENERGÍAS, es mi deseo que los almerienses, especialmente los jóvenes, conozcan su historia, narrada a continuación desde mi personal e independiente criterio.

Fui elegido Presidente de la Cámara de Comercio en Enero de 1979, encontrándome con 3 funcionarios y un presupuesto anual que no llegaba al millón de pesetas. En el transcurrir de ese año tuve la idea de crear una Exposición que posibilitara las bases necesarias para mejorar la economía almeriense, que fue apoyada con las primeras Misiones Comerciales celebradas desde Almería, visitando Centroeuropa y Oriente Medio, con el exclusivo fin de ofrecer nuestras hortalizas.

Sin local para exponer, sin estructura personal al partir de cero, y con base económica también cero, ya podemos deducir el alto grado de ilusión y el compromiso de trabajo que el proyecto demandaba. El principal éxito lo tuvimos al unir un equipo de 20 amigos almerienses, que, desinteresadamente en el aspecto económico, colaboraron y cimentaron las bases idóneas para el trabajo diario que se generaba. Salimos a la calle buscando financiación, y realmente tuvimos la suerte de encontrar las ayudas necesarias.

Así en Febrero de 1980 se celebró la I EXPO ALMERIA, con Agricultura, Turismo y Mármol, ubicándola en los viejos tinglados del Puerto de Almería, que para habilitarlos tuvimos que cerrarlos con plástico, como un invernadero, con la desgracia de que la noche anterior a la apertura tuvimos temporal de lluvia, y con cubiertas de uralita agujereadas de viejas, se nos inundó la nave, obligándonos a pasar la noche achicando agua, para poder inaugurar a la mañana siguiente, que con coraje pudimos llevar a efecto.

Para los años 1981 y 1982, organizamos dos ediciones más, una en La Redonda-El Ejido y otra en las viejas naves de Oliveros-Capital. También organizamos dos Expos de Energías Convencionables y Alternativas, todas de carácter Internacional, inaugurada la última por el Ministro de Industria, Ignacio Bayon. Como distinción especial, el Rey Don Juan Carlos nos recibió en audiencia en el Palacio Real.

Fueron años difíciles, pues se trabajaba en todos los frentes posibles, como la continua tarea para que Almería contase con los cupos más altos de exportación de tomates, que semanalmente el Gobierno dictaminaba, siempre tratando de no perjudicar al tomate de Canarias.

Deseo resaltar que las tres Expos de agricultura que organicé fueron concebidas de cara a la potenciación del sector, especialmente dirigidas a mejorar las exportaciones de nuestros tomates, pimientos, pepinos, etc… como se deduce el discurrir de las Expos, con masiva presencia de importadores y autoridades de los principales países de Europa.

Paralelamente a dichas Expos firmé una opción de compra de los terrenos donde hoy se encuentra el Auditorio de Almería, con el propósito de construir el Palacio de Exposiciones y Congresos, que desistimos finalmente por falta de apoyo financiero. Como alternativa pensé en Aguadulce y gestioné con el entonces Alcalde de Roquetas, Juan Emeterio, ya fallecido, y el promotor José Gálvez, la realización del palacio, tras acudir personalmente a defender el proyecto en 2 Plenos del Ayuntamiento. Consecuentemente, los posteriores Presidentes de la Cámara consolidaron dicha iniciativa hasta materializarla, y así nos encontrarnos hoy con las maravillosas instalaciones que disfrutamos. En Enero de 1983 terminó mi ciclo como Presidente de la Cámara.

XXV ANIVERSARIO

Llegamos a este momento sin haber continuado la senda marcada por las tres primeras Expos, ya que han derivado hacia eventos de cara al agricultor, mostrando las diversas materias primas necesarias para el campo, pero adoleciendo gravemente de la promoción comercial que siempre han necesitado nuestras hortalizas. Aunque en esta 25º edición se ha dicho de acometer un mayor grado de comercialización, hemos podido apreciar que ha primado en un 90% el apoyo a la producción, pues han sido mínimas las estrategias de exportación que podían haber optado las cerca de 100 empresas de Almería. No se puede concebir ninguna Expo sin la presencia personal de los interesados y sus productos a exportar. Es elemental.

EL FUTURO

Por supuesto que se debe mantener en la Expo la oferta de materias primas y elementos productivos para el agricultor, pero profesionalizando el evento seleccionando los expositores y eliminando los intranscendentes, como ayuntamientos, entes diversos y organizaciones de representación política. Para dar servicio a los expositores, se podría habilitar una pequeña zona oficial, con Banco, Agencia de viajes, Internet, Fax, Fotocopiadoras y souvenirs, ganando así espacios.

Sin embargo nos ha salido un peligroso competidor, la Feria Agrícola de Madrid, una monstruosa organización que cuenta con todos los medios económicos y de infraestructura que, tal y como vienen haciendo los últimos años, están mimando a todos los sectores, aperturando nuevos Certámenes en detrimento de los ya establecidos en provincias, que los marginan dejándolos como Expos territoriales. Pero la prepotencia de Madrid es inaudita, con el suficiente oficio para captar a las asociaciones nacionales y a los políticos, como aliados para presionar y convencer a los sectores de que Madrid debe ser el eje comercial de las hortalizas. De auténtica broma.

¿Qué ocurre con las más importantes exposiciones agrícolas internacionales? Que salvo la Feria de Berlín que aprovechó hace años su momento de expansión, todas las exposiciones de 1ª categoría se encuentran ubicadas en las propias zonas agrícolas, como Italia con la Expo de Cesena, donde su sector productivo jamás consentiría que se celebrase en Roma, como Francia, Portugal, Marruecos y Turquía, que tienen sus certámenes en el Sur productivo, en vez de París, Lisboa, Rabat y Estambul. Está claro que la más importante exposición agrícola de España tiene que residir en Almería, por lo que nunca debemos plegarnos inocentemente a Madrid, que carece de total legitimidad dentro del sector agrícola. Dudo que los exportadores de naranjas de Valencia/Castellón, y los de manzanas y peras de Lérida /Aragón, colaboren con Madrid.

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