CON frío siberiano despedimos los almerienses el Otoño preguntándonos que nos deparará el 2010. La crisis económica se vive en nuestra tierra con intensidad y la inactividad creciente de sus principales sectores productivos afecta y preocupa a gran número de familias que no ven nada claro su porvenir.

De no cambiar el actual panorama y de seguir el paro en aumento muy difícil será augurar un mejor futuro en esta Navidad que no se va a caracterizar, precisamente, por la felicidad ni el derroche; será, más bien, por la ausencia de sonrisas y alegrías, con muchas cuentas pendientes y la moral de combate por el suelo....Es la triste realidad que invade nuestros corazones en espera de otras circunstancias menos adversas que nos permitan una vida más placentera.

Y por si faltara poco, la firma de los últimos acuerdos con el Reino de Marruecos, desborda la ruina que ya viene padeciendo la horticultura almeriense que se irá desplomando a ritmo acelerado llevándose por delante al principal generador de riqueza que tenemos los almerienses.

Todo esto nos lleva a pensar en lo mal que se habrán llevado a cabo ciertas negociaciones, pésimamente defendidas y casi abandonadas por los países miembros de la Unión Europea que nos ponen en " Jaque Mate" con el país vecino. Ha sido el regalo que nos tenían preparado los "Reyes Malos" para agravar la fuerte crisis económica que padecemos.

Algunos serán capaces de calificarme de "catastrofista"; sobre todo, aquellos cuyo mondumio no depende de su esfuerzo físico debido a su proximidad con el "pesebre"... los que siguen diciendo que ¡España va bien! Esos que han pasado de pobres a ricos en un "pis-pas" sin dar un palo al agua llenándose los bolsillos por obra y gracia del tablero del ajedrez y... de forma muy descarada.

Cómo puede ser nadie optimista cuando vemos con tanta nitidez la que se nos viene encima. Por muchos títulos que gane el Barça y Ronaldos tenga el Madrid, por muchos culebrones que nos pongan y discursos nos den los profetas, muy mal lo vamos a pasar si no activamos mejor el sentido común y la imaginación para salir adelante.

Las dependencias nunca fueron buenas, las comeduras de coco, menos todavía y ahí podríamos encontrar la clave para sacudir nuestras desgracias que se van acumulando como la paja en el pajar para después, arder con ellla...¡Cuánto me gustaría cambiar el discurso y que la vida se nos pusiera menos cuesta arriba!

Tendremos que seguir esperando, si es que podemos, y confiar en que la tempestad pase pronto... Aún así: FELIZ NAVIDAD.