Corazón celeste

José María / Martín Fdez.

Un motivo para creer

EL pasado fin de semana la afición del Poli gritó al unísono "¡Viven!", emulando a quienes hallaron en los Andes a los supervivientes de aquel accidente de avión, cuando los habían dado por muertos dos meses atrás. Igualmente, éramos muchos los que creíamos que el Poli ya había dicho su última palabra esta temporada y que había que ir pensando en planificar la próxima campaña en Segunda B. Sin embargo, el pasado domingo el club celeste dio un puñetazo sobre la mesa y presentó sus credenciales como aspirante a la permanencia, logrando la tan ansiada victoria a domicilio, y renovando de golpe la ilusión de esta sufrida afición.

Ya era hora de que el Poli nos diera un motivo para creer que la salvación no es una quimera, porque, aunque el fútbol es pasión y se suele pensar más con el corazón que con la cabeza, hasta la fecha las declaraciones que desde el club llegaban sobre la necesidad de confiar hasta el final en las posibilidades del equipo, no eran más que palabras huecas.

Ahora el Poli tiene que confirmar que lo de Alicante no fue un espejismo y tiene que salir a por todas en Las Palmas. Este encuentro puede ser el que marque definitivamente, para bien o para mal, el futuro del Poli en esta temporada. Es más, estoy convencido de que una victoria supondría más de la mitad del camino de la salvación. En todo caso, hay que tener los pies en el suelo y ser conscientes de la dificultad.

objetivo.

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