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Javier / Montoya

Algo pasa con Emery

NOS tiene a todos locos. Mister Emery enamora, no hay duda, a base de méritos. En Almería, con permiso del histórico Maguregui, pasa por ser el entrenador que nos ha llevado a cotas más altas, a codearnos con las top model nacionales más cotizadas, a estar cerca de conseguir invitaciones para pasarelas internacionales -europeas para más señas-. Pero claro, no sólo cautiva aquí: tiene muchas novias que lo pretenden, cantidad de prestigiosos banquillos quedarán vacantes y esperarán su respuesta.

Respuesta que no llega en Almería y que espera su actual pareja, un señor de Murcia. No sé cuál habrá sido la pregunta formulada a Unai, convertida en este caso en Ninette. "¿Tú me quieres?"… Tampoco sé la respuesta dada en la nueva adaptación de la obra de Mihura perpetrada el martes en Águilas.

Lo que está claro es que al joven modelo vasco le llueven los ramos de flores pero se ha quedado con una margarita que tiene que deshojar cuanto antes, con fechas marcadas.

Y en esas estamos, entre "me quedo, no me quedo", esperando. Por airear los temas de pareja, por querer saber más de la cuenta y antes de tiempo. Malo para el Almería, que recibe el domingo -aunque en horario poco taurino- a puerta gayola a un verdadero mihura, amarillo bragao, Villareal de nombre. Y visita la semana siguiente una plaza de tronío, que querrá despedir a lo grande la sevillana Feria de Abril.

En espera de nuevas películas, teatros, corridas y espectáculos varios, habrá que pensar en verde. En el del césped, donde se juega al fútbol, por supuesto. Emery se ha ganado a pulso el calificativo -o sambenito- de 'entrenador de moda'. Pero no creo que nadie imaginara las consecuencias de la fama. Aquí hay tomate, teñido de rosa. Y mientras, flirteo con otras por si me dejan. ¿Habla italiano la futurible reina de nuestros corazones? Son rumores…

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