Corazón celeste

José María / Martín Fdez.

El peso de la veteranía

EN una competición tan exigente como la del Grupo IV de Segunda B la forma física de los futbolistas es pieza fundamental para cualquier equipo que desee tener opciones a final de temporada de dar el salto de categoría.

Los equipos que juegan liguilla de ascenso disputan más de cuarenta partidos y eso sin tener en cuenta los encuentros jugados en competición copera. Total que en apenas dos meses y medio el Poli lleva ya más de 15 partidos a cuestas y todos y cada uno de ellos ha sido de la máxima exigencia física. Lucas Cazorla no descuida este aspecto y ha dado esta semana un merecido descanso de dos días a la toda la plantilla.

Además, no me extrañaría que en el partido del próximo domingo el once inicial del Poli presentase más novedades que de costumbre, para ir dando minutos a todos los jugadores y permitir recuperarse a los que más minutos han jugado.

Pero para lograr el ascenso hace falta algo más que mantener una buena condición física a lo largo de la temporada. A la larga, en esta categoría, tiene un peso fundamental la veteranía de ciertos jugadores.

No siempre se consiguen los puntos a base de buen juego. Hay domingos en que las cosas no terminan de salir; y entonces es cuando tienen que mostrar sus galones ilustres veteranos de la plantilla celeste, como Valerio, Raul Torres o Juan Díaz.

Son ellos quienes, en partidos difíciles como el de hace dos semanas ante el Lucena, han de tomar las riendas del encuentro hacer lo que sea para que los puntos se queden en el casillero del Poli Ejido. Al final podríamos lamentar la pérdida de algunos de estos puntos.

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