Jugador nº 12

José Manuel Sánchez

Este es el principio del fin

PARADÓJICO. Mientras que el filial celeste está a un paso de meterse en la liguilla por el ascenso, deleitándonos además con goleadas como la de esta pasada jornada, sus hermanos mayores, siguen desperdiciando ocasiones de permanecer en la categoría. En una jornada, además, dónde los malos resultados de los equipos de abajo, hubiesen hecho que tres puntos fuesen más que eso; fuesen la firme candidatura del Poli a seguir una año más en Segunda. No ha sido así. La permanencia se vuelve a alejar. Para conseguirla, habría que hacer un final de campeonato impoluto, pero francamente, si no se ha hecho antes, no confío en hacerlo ahora. Durante muchas jornadas he defendido que, por plantilla, el Poli no estaba ocupando los puestos que le correspondían, que debería estar en la zona tranquila y sin apuros. Tal vez sea este, tan buen momento como cualquier otro, para retractarme, y asumir que el equipo sí que está en el lugar que le corresponde, no por falta de calidad, o por no haber traído lo mejor que podía conseguir en el mercado, si no por falta de actitud, en general, salvándose los poquitos que todos sabemos.

Me irrita mucho, el hecho de que contra el Alavés se repitiera la historia de Tenerife. No gusta ver dos veces la misma película, especialmente cuando muere el que tú querías que se quedase con la chica. Como un colegial al que le quitan el bocadillo en el recreo, el equipo parece acobardado, falto de brío, de nervio, de sangre… Todo lo que en otros tiempos ha sido santo y seña del club.

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