Luz de cobre

Antonio Lao

Los retos de la ministra del Agua

NO lo tiene precisamente fácil la nueva ministra del agua, Elena Espinosa. Con el más que extraño nombre de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino ha bautizado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero al Ministerio que más retos tiene en esta provincia. Agua y Agricultura, agricultura y agua, no importa el orden, se conjugan en Almería con el mismo verbo y van a ir de la mano durante toda la legislatura. Argumentan los politólogos que la salida de Cristina Narbona del Ejecutivo forma parte de la cuota de renovación. Ecologista convencida, se ha marchado sin dejar resuelto el problema del agua en Almería y no es la primera vez que lo hace. Durante el Gobierno de Felipe González, y entonces al frente de la Secretaría de Estado, Narbona presentó propuestas y planes que nunca vieron la luz. Ahora creo que todo puede ser diferente, pues el Plan del Agua está aprobado, asentado y en ejecución en alguna de sus fases.

La legislatura pasada ha servido para encauzar propuestas, firmar convenios, elaborar proyectos e iniciar algunas obras, como la desaladora de Cuevas del Almanzora. Y poco más. La que ahora comienza, en teoría, era la de la consolidación, la de las obras, la de máquinas trabajando y la de la superación del déficit histórico de esta tierra. Por eso, no estaría de más que una de las primeras declaraciones públicas de la nueva ministra del ramo -previo consentimiento de Montilla y el trasvase del Ebro que ahora propone para resolver los problemas de abastecimiento de Barcelona- hiciera referencia a la verdadera apuesta de su antecesora por la desalación. Es mucho lo que Almería se juega en los próximos cuatro años para que tengamos que, en algunos casos, empezar de cero como suele ocurrir cuando se producen cambios tan sensibles como los que ahora tenemos.

En Agricultura la situación es similar. Mantenemos el tipo de forma notable, seguimos alejados de las ayudas de la Unión Europea, pero cada vez somos más vulnerables ante la presión que ejercen países terceros en los cultivos bajo plástico y extra tempranos. En más de una ocasión he defendido, y lo mantengo, la necesidad de no poner coto al mercado. Nos abre fronteras, nos anima a seguir innovando y a mejorar. Pero eso no significa que podamos caer en las garras de la producción barata y nos aleje de un mercado que tanto nos ha costado conquistar.

Agricultura y agua, agua y agricultura se funden en un mismo interés en esta provincia. En ello nos va la vida. Nuestro futuro más inmediato está en manos de una ministra que ocupa y copa la práctica totalidad de los intereses en los que se mueve Almería. De una gestión coherente, con visión de futuro y cercana a los innovadores que aquí existen, dependerá en buena parte nuestro éxito. No contribuyan a echarlo por la borda.

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