SE nota la primavera, las tardes se alargan y se siente otros ritmos diarios, se busca el verano en la esperanza de que algunas cosas se animen, entre ellas la hostelería, que no anda con muchas alegrías y se rebela contra el Ayuntamiento por eso de acortar las fiestas, pareciera que ha estallado una revolución.

La verdad es que no tienen razón los hosteleros, no por alargar las fiestas van a tener mayores beneficios, ni por supuesto van a compensar las pérdidas. En estas tardes noches, la alegría con la que algunos bares y restaurantes cerraban, no ha mucho tiempo, se ha ido apagando, vienen tiempos difíciles.

De otra parte, se entiende, que mantener una buena relación calidad precio, no es fácil, pero hay que ir por ahí, y eso, por ejemplo, era y será imposible con el esquema vigente de "feria del mediodía", un modelo de ocio importado en sus formas mas cutres.

Almería, ha tenido "feria del mediodía" en los bares y terrazas de la ciudad, no en instalaciones de fortuna de baja calidad, deficiente servicio, dudosa higiene y precio de primera división.

De otra parte, la "feria del mediodía", parte de una estructura que es técnicamente insostenible.

La ciudad tiene una estructura funcional adaptada a las necesidades, cuando esta se altera, aumentando su carga, el sistema no funciona, se desajusta y tiene problemas. Los argumentos escatológicos, ilustran bien el tema, así, todo establecimiento de bebidas debe tener los servicios higiénicos y sanitarios adecuados, cuando estos no existen, los usuarios buscan aliviarse como sea.

Ubicar retretes por todas las calles no es la medida ni la función de esas vías. Establecer la "feria del mediodía" en el recinto ferial, no parece oportuno, ¿Quién va a ir al recinto con un sol de justicia?, pero eso es otra historia.

La duración de la Feria, es un problema de racionalidad y de productividad, no tiene sentido esa decena de días de paralización y ralentización de determinadas actividades, por que otras, como las agrarias, no se pueden permitir esos lujos.

Me consta que los funcionarios con trienios, piden trabajar en Feria ¿Porqué será? Revitalizar la Feria de Almería no es un problema de duración temporal, es de identidad y de propuestas lúdicas de cierto nivel.

Las ferias siempre han sido para conocer lo nuevo y deleitarse con lo tradicional, en nuestro caso, fuera de la merienda de los toros y la procesión, nos queda tan poco, que se ha tenido que cubrir el vacío, con botellones y chiringuitos sin gracia. Imaginación al poder, que hace falta.